Como continuación a la campaña de divulgación iniciada por el Centro de Historia y Cultura Militar y con la finalidad de dar a conocer los fondos patrimoniales que en el mismo existen, el Museo Militar de Melilla pone en conocimiento de los ciudadanos, el fondo museístico elegido para este mes que es la “Espada de ceñir para Oficial de Infantería modelo 1867 perteneciente al General de este Arma don Juan García y Margallo”. Las espadas de ceñir o espadines aparecieron tras finalizar la guerra civil de 1833 a 1840 e iniciarse el reinado de Isabel II, al adelantar las Cortes la mayoría de edad de la Reina en octubre de 1843.
El sable había pasado a constituir un elemento de ordenanza para los oficiales de Infantería, el modelo generalizado en esa época era el francés de 1821, pero se imponía el uso de un arma más cómoda y portable, por eso se pasó al uso de esta espada, que por la época de utilización, pasó a llamarse isabelina.
En el Arma de Infantería el uso de la espada “isabelina” cesó tras la adopción de la espada de Oficial de Infantería, Modelo 1867, sustituido por un modelo de sable en 1889, y por Real Orden de 14 de septiembre de 1901 (C.L. nº219), “Reconocida la necesidad de adoptar un espadín para los jefes y oficiales de Infantería, que substituya al sable reglamentario en ciertos actos en que éste no es indispensable …/…el Rey (q.D.g.) y en su nombre la Reina Regente del Reino, á tenido a bien autorizar á los jefes, oficiales y alumnos de Infantería, para que, en todos aquellos actos que no sean del servicio de armas ni prestaciones en colectividad, puedan usar voluntariamente el espadín cuya descripción se acompaña”, los Oficiales del Arma de Infantería recuperaban, transcurridas tres décadas, el uso del espadín “isabelino”, y lo hacían en un “modelo” nada original por cierto, presentado por el espadero Nicolás Martín.
Quedaba pues para campaña y servicios, el sable de tirantes modelo francés de 1821, adoptándose la espada de ceñir o espadín modelo 1867 para el resto de los actos.
Tal como se describe en “Tres Siglos de armamento portátil en España”, la espada de ceñir modelo 1867 para Oficial de Infantería, es de hoja recta, con lomos redondos a ambos lados en el primer tercio y fila a tres mesas en el resto.
Tiene la empuñadura enteramente metálica, de latón dorado y constituida por un pomo en forma de vaso rematado por un casquete esférico con perilla, un puño con gallones abombado en su centro y una doble concha alternada; el aro, que termina en el pomo, y un galluelo acabado en una cabeza de perro. En el anverso de la concha lleva el escudo de España bajo corona real rodeado por dos hojas de roble.
La vaina es de cuero con guarniciones de latón dorado. El botón de la horquilla lleva también el Escudo de España.
Declarada reglamentaria por Real Orden de 31 de enero de 1867, la de 21 de abril del mismo año le asignaba un precio de diez escudos cuatrocientos milésimos (26 pesetas), y uno de tres escudos sesenta y seis milésimos (7,66 pesetas) a la hoja lisa suelta. La Circular de 22 de noviembre siguiente publicó una tabla de dimensiones.
La describe y determina su empleo el reglamento de uniformidad para el Arma de Infantería aprobado por Real Orden de 18 de agosto de 1877.
Años después, la Real Orden de 15 de octubre de 1899 concedía el plazo de un año para que los jefes y oficiales adquiriesen el sable modelo 1887 en sustitución de esta espada, cuyo uso se prohibía totalmente al término de dicho plazo.
Esta espada de ceñir con su vaina, modelo 1867, presenta grabada en su hoja una dedicatoria “Los Jefes y Oficiales de Batallón de Reserva de Algeciras nº 72 a su digno Primer Jefe D. Juan García Margallo”.
Juan García Margallo nación en Montánchez (Cáceres), el 12 de julio de 1839. Ingresó en el Ejército como cadete en 1855 y fue promovido al empleo de alférez en 1858. En 1859 se incorporó al Ejército que partía a África al mando del General Leopoldo O´Donell. Tras la Batalla de los Castillejos, fue herido en la acción del 14 de enero de 1860 y condecorado en el mismo campo de batalla.
Participó en los acontecimientos de 1866 a 1869 que precipitaron, con la Revolución Gloriosa de los Generales Prim y Serrano y el Almirante Topete, el derrocamiento de la monarquía. Es probablemente con motivo de su ascenso a Coronel, que los Jefes y Oficiales del Batallón de Algeciras le regalan la espada de ceñir. Desde el 10 de octubre de 1891 al 28 de octubre de 1893, fue Gobernador Militar de Melilla.
Con motivo de la construcción del Fuerte de Sidi Aguariach (actualmente de la Purísima Concepción), se producen incidentes armados, conocidos como la Guerra de Margallo (2 de octubre de 1893 al 31 de marzo de 1894 en que se firma el Tratado de Marrakech).
En la mañana del 29 de octubre de 1893, después de haber sido cercado el fuerte de Cabrerizas Altas la tarde anterior, murió a las puertas del mismo tratando de ayudar a romper el cerco al convoy que procedía de la plaza. Eran las diez de la mañana y quedó tendido frente a la garita de la entrada del fuerte, ubicado en la actualidad en el interior del Acuartelamiento Millán Astray del Primer Tercio de La Legión.
En el mismo fuerte de Cabrerizas Altas ganaron la Cruz Laureada de San Fernando el entonces Teniente Don Miguel Primo de Rivera y Urbaneja, futuro Presidente del Gobierno de España y el entonces Capitán Juan Picasso González, que más tarde como General, daría nombre al expediente que se abrió con motivo de la caída de la Comandancia General de Melilla en 1921.
Los restos mortales del General García Margallo descansan en el Panteón de su mismo nombre, erigido por suscripción popular, en el Cementerio de la Purísima Concepción de la Ciudad Autónoma de Melilla. Este sable puede visitarse de martes a domingo de 10 a 14 horas en el Museo Histórico Militar de Melilla, en el Baluarte de la Concepción de Melilla la Vieja, C/ Concepción, s/n.
