La Consejería de Coordinación y Medio Ambiente ha culminado, a falta de pequeños detalles, la nueva canalización e iluminación de la desembocadura del Río de Oro. Tras una inversión de 653.747 euros, el Gobierno de la Ciudad ha conseguido una imagen totalmente renovada y, sobre todo, se acaba con los problemas de aguas estancadas.
El consejero Manuel Ángel Quevedo, en compañía del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, ha comprobado in situ en la tarde-noche de ayer cómo se ha saneado el cauce y canalizado el agua. En el aspecto estético, Medio Ambiente ha destacado los muros laterales, que se han elevado y embellecido con revestimiento de piedra, pero sobre todo destaca la iluminación nocturna en la fuente construida, a ras de suelo, en la desembocadura. Esta alberca, que cuenta con agua reciclada, permitirá mover el agua del río evitando que se estanque.
Por último, la consejería ha asegurado que esta obra no se ha podido acometer antes porque la gestión del río pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
