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Histórico 8M en Melilla: “Tomamos la calle para que nos vean firmes y sepan que no nos rendimos”

Marcha multitudinaria desde el Rastro hasta la Avenida Juan Carlos I
(Autor: Guerrero)

Melilla, donde siempre cuesta un poco más que la gente se eche a la calle, no fue ayer una excepción en el clamor feminista que retumbó en todo el país. Unos 400 melillenses, según fuentes policiales, celebraron el Día Internacional de la Mujer en la primera manifestación feminista celebrada en nuestra ciudad, para reclamar una igualdad real entre hombres y mujeres. Una marcha multitudinaria que fue desde el Rastro hasta la Avenida Juan Carlos I, coloreada de morado, e impregnada de alegría y reivindicación: “Tomamos la calle para que nos vean firmes, para que sepan que no nos rendimos”, dejaron claro en la lectura de un manifiesto en español y tamazight, que puso el mejor broche a un histórico 8M en las calles de Melilla.

La manifestación, impulsada por la Plataforma 25N Melilla, empezó a insuflar ilusión a muchos de sus participantes desde horas antes de que arrancara en la calle García Cabrelles, con el inicio de la huelga feminista. Un buen número de personas, muchos de ellos estudiantes que decidieron secundarla, se congregaron en la calle General Chacel para dar vida a los talleres organizados desde dicha plataforma de asociaciones, organizaciones y partidos políticos.
Dos de sus portavoces, Elvira Molina y Gema Aguilar, constataron desde primera hora el gran apoyo ciudadano que iba a tener el 8M en Melilla. Y es que poco después del inicio de los talleres, la calle General Chacel empezó a ser un hervidero de personas queriendo participar en ellos, muchos ideados para preparar las pancartas e imágenes que por la tarde formaron parte de la manifestación.
El objetivo, como explicó Aguilar, era “visibilizar a mujeres que generalmente son invisibilizadas por motivos raciales, de clase económica o de cultura”. A su juicio, logró cumplirse porque “en Melilla se está viendo cómo se le está dando luz y voz a esas mujeres invisibilizadas y a la lucha que todas las mujeres llevamos”.

Los frutos, en el último año
Molina se mostró de acuerdo al destacar que la Plataforma 25N lleva “una trayectoria larga”, pero los mayores frutos se han empezado a ver en el último año, en el que “las reuniones y los contactos con los colectivos están teniendo frutos y cada vez las manifestaciones son más diversas”.
“Cada vez que hacemos desde la Plataforma 25N reuniones en la Universidad, aparecen cinco o seis personas nuevas y el grupo crece de gente que se representa a sí misma y que de verdad está luchando por la igualdad y el feminismo para que se consiga el logro”, señaló Gema Aguilar. Pero también dejó claro que este resultado no es solo fruto del trabajo de este grupo feminista melillense, sino que también se debe a la existencia de “un movimiento mundial que está diciendo que las mujeres tenemos que levantar la voz y hacernos respetar porque si no, el machismo y el heteropatriarcado nos pisa el cuello y no nos deja”.

Manifestación
Esta reivindicación estuvo muy presente en la manifestación que recorrió García Cabrelles y la Avenida Juan Carlos I por la tarde, que llenó de ambiente festivo y reivindicativo el centro de Melilla, salpicado de momentos de emoción y recuerdo como la sentada y el minuto de silencio por las víctimas de violencia de género.
En la marcha participaron sobre todo mujeres, pero también algunos hombres, que mientras se dirigían hacia la calle General Chacel, corearon lemas contra la violencia de género y el machismo como “No quiero ser valiente, quiero ser libre”; “Somos guapas, somos listas, somos todas feministas”; “Mismo trabajo, mismo salario”; o “Menos violencia, más inteligencia”.
Al finalizar la manifestación, llegó otro de los momentos más importantes del 8M, la lectura del manifiesto en las dos lenguas de Melilla, con el que la Plataforma del 25N dejó claro que las mujeres se levantan juntas para luchar por los derechos, la igualdad y la equidad, y también “para hacer del feminismo un espacio sin contradicciones ni hipocresía en el que quepamos todas”.
De igual modo, pidieron que la injusticia, la desigualdad “y la opresión patriarcal en cualquiera de sus manifestaciones” sean combatidas por la sociedad en su conjunto. “Nuestra lucha se centra en la justicia social, para que todos escuchen que no somos violentas, que no proclamamos un discurso anti-nada”, dejaron claro. Al igual que su demanda de que se respeten los derechos de las mujeres bajo la premisa de la igualdad, ya que siguen “en la cuerda floja”.
“Esta lucha ha costado vidas, es una lucha que viene de lejos, una lucha con historia, que aún continua. Por eso tomamos la calle, para que nos vean firmes, para que sepan que no nos rendimos, para que quede constancia de nuestro propósito: terminar con el orden heteropatriarcal, con el racismo, con el sexismo, con la homofobia, con la aporofobia, con la xenofobia y el sistema capitalista neoliberal que nos oprime y destruye”, terminó el manifiesto antes de dar paso a un concierto para poner el mejor cierre al 8M en nuestra ciudad.

“También estamos por las que faltan”

Aunque hubo una gran respuesta a la convocatoria de la Plataforma 25N, desde esta entidad dijeron ser conscientes de que faltaba gente porque “muchas mujeres no tienen la posibilidad y el privilegio de ejercer el derecho a la huelga” al no tener siquiera contrato laboral.
“Las que podemos, tenemos que estar también por las que faltan”, señaló Elvira Molina antes de recordar algunos de los colectivos que sufren malas condiciones y no pueden secundar la huelga feminista, como las porteadoras, empleadas domésticas y transfronterizas sin regularizar, y víctimas de trata.

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Redacción

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