La plantilla de la U.D. Melilla regresó ayer miércoles al trabajo de la semana, tras haber descansado en la jornada del pasado martes, con la mente única y exclusivamente en el choque de este próximo domingo ante el F.C. Jumilla en el Estadio Municipal Álvarez Claro. El conjunto melillense encara la fase decisiva del campeonato, ya que en estas últimas diez jornadas se juega su clasificación al Play-Off de ascenso. “Llegar hasta aquí ha implicado muchísimo esfuerzo por parte de todos, pero los resultados están sobre la mesa (tan sólo en la primera temporada de Andrés García Tébar, el equipo sumaba más puntos a estas alturas de la competición). La escuadra melillense está donde quería estar”, resalta la entidad que preside Luis Manuel Rincón. El plantel azulino completó en la matinal de este miércoles la segunda sesión preparatoria de la semana en el Campo Federativo de La Espiguera “con tremenda ilusión”, ya que la victoria conseguida en La Condomina “ha cargado las pilas del vestuario”, que ahora sólo desea que llegue el domingo para tener una oportunidad más de sumar de tres en tres. “El equipo dice haber aprendido de los errores y, llegado el momento de la verdad, la competición se ha elevado aún más en los entrenamientos”, asegura el club melillense.
En esta segunda sesión preparatoria, en la que se ha trabajado la fuerza (en el gimnasio del estadio), la táctica y se han realizado una serie de partidillo, han entrenado todos los jugadores, excepto Jordi Ortega, que se encuentra en la fase final de su recuperación y además está aquejado de un proceso gripal, y Paco Aguza, a quien se le realizó una prueba que ha determinado una nueva rotura en el isquiotibial. El tiempo de recuperación lo marcará la evolución de su lesión, aunque no parece excesivamente grave. Tampoco se ejercitó Moha Traoré, que con molestias musculares ha trabajado en el estadio para protegerse del cambio de superficie.
