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Fiscalía solicita 9 meses de prisión y 3 años de alejamiento por agredir a su expareja

El 016 es el teléfono oficial en materia de violencia de género

El Ministerio Fiscal solicita una pena de 9 meses de prisión y una orden de alejamiento a 300 metros durante 3 años por un delito de violencia doméstica al agredir a su expareja. El acusado aseguró que no la golpeó y que fue ella la que le pegó “un tortazo” y “varios puñetazos y patadas” a su coche porque lo iban a dejar. La víctima, en el juicio, declaró que discutieron y al llegar a su domicilio él se encontraba en la puerta para hablar, se subió en su coche y a mitad del camino le pegó “un manotazo cogiéndome de los pelos y dándome en el oído”. Uno de los agentes aclaró que no vieron nada el día de los hechos pero los dos estaban “alterados”. El acusado explicó en la vista oral que conocía a la víctima de 3 meses en los que estuvieron saliendo. El día de los hechos, contó que estaban cenando en casa de unos amigos cuando discutieron.
“Ella me dio un beso y me dijo que no la iba a llevar a su casa así que se fue con un amigo”, dijo.

Asimismo, el investigado aseguró que la llamó dos veces y fue a la puerta de su domicilio cuando apareció ella. “Se subió a mi coche y me dijo que mi amigo quería enrollarse con ella y eso no lo iba a permitir, le dije que no íbamos a quedar más”, contó.

El acusado afirmó que ella le dijo que “iba a llamar a la Guardia Civil para decir que me has violado”. Ante esto, apuntó, que se bajó del coche y fue a cuatro personas que estaban en la calle para contárselo, cuando ella “me pegó un tortazo, golpeó mi coche y me dijo ‘te vas a enterar’”.

La fiscal le preguntó si le había cogido de los pelos y si le había dicho ‘puta, pedazo de puta, te vas a enterar’ pero el investigado lo negó. También negó que la tuviera retenida en el coche.
“Le dije: no quiero verte más y se puso como una fiera”, declaró.

A preguntas de su letrado, dijo que la víctima golpeó su coche y él salió corriendo antes de que empezara. En cuanto a si llamó a la Policía, respondió que sí aunque ya había llegado la Guardia Civil.

Sobre esas cuatro personas que les vieron, contestó que “no se quisieron identificar”. Y respecto a si habían bebido, indicó que sí.

La víctima aclaró que en mayo de 2016 eran pareja pero se trataba de una “relación tóxica” y estaban viendo fútbol en casa de unos amigos cuando empezó un debate y “aprovechó que estaba bebido para dejarme mal delante de ellos”.
“Le dije a un amigo que me llevara a casa y él vino detrás con el coche, me lo encontré en frente de mi casa y me pidió hablar”, dijo.

Ante esto, afirmó que se subió al coche y él no paraba de preguntarle si lo iban a dejar a lo que ella respondió que sí. “De repente dio un volantazo y dijo que me bajara, le pedí que me dejara en casa pero me pegó un manotazo cogiéndome del pelo y dándome en el oído”, sostuvo.

Además, aseguró que habían vecinos que vieron lo que estaba pasando. La fiscal le preguntó si la insultó, a lo que respondió que sí y reclama por las lesiones.

La defensa le preguntó si hubo testigos en el momento del “manotazo”, y señaló que “no había nadie porque estábamos dentro del coche”.

En cuanto a si había bebido porque el parte de urgencias pone que “tenía lenguaje verborreico”, comentó que “solo tres cervezas”.

Sobre a que en el parte médico del hospital Comarcal “pone que el golpe fue en el oído derecho en vez de en el izquierdo”, expresó que “iba en el copiloto así que fue en el izquierdo”.

Respecto a los daños, explicó que le dio “un manotazo y me cogió de los pelos con el coche en marcha”.

La defensa pide sentencia absolutoria
Uno de los agentes explicó que les llaman del centro operativo porque le habían pegado a una mujer. Cuando llegaron, contó que el coche estaba abierto y el hombre estaba hablando por teléfono. “No vimos los hechos que habían ocurrido pero los dos estaban un poco alterados y no presentaba signos de violencia”, expuso.

Fiscalía solicita una sentencia condenatoria ya que “quedan acreditados los hechos con el testimonio coherente de la víctima”.

La defensa pide una sentencia absolutoria porque se trata de una “relación conflictiva y tóxica en la que no existía una buena sintonía”. Además, indicó que en dependencia judicial “dijo que el manotazo fue en el oído izquierdo pero en el documento pone que fue en el derecho, al estar en el copiloto es imposible”. El letrado cree que el testimonio es “una mera invención porque no presentaba signos externos de violencia”. Argumentando que su cliente “estaba llamando a la Policía y no huyó del lugar de los hechos”.

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Redacción

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