La Ciudad Autónoma de Melilla tuvo el gusto ayer de volver a recibir a su conocido dramaturgo, a nivel mundial, Fernando Arrabal para ofrecer una conferencia a puertas abiertas a todos los ciudadanos que quisiesen verle y acudir a su charla.
Aunque antes del encuentro con los ciudadanos en la Sala de Ensayos del Kursaal, que recientemente ha sido bautizada con el nombre de una de sus obras, fue recibido por el presidente del Gobierno de la Ciudad, Juan José Imbroda, y la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, en el despacho presidencial. Una vez allí, el presidente hizo entrega de un obsequio al conocido melillense, que consistió en el libro “La ciudad de las cúpulas” de un escritor de la ciudad, Carlos Baeza.
Una vez en el lugar de la conferencia, el autor y amigo de Arrabal, Pollux Hernández, dio comienzo a la tertulia que mantendrían y destacó, a través de un libro del dramaturgo, diferentes partes de la vida de este. “La patria es aquella en la que uno se siente bien y Fernando Arrabal se siente bien en todos lados, por ello, se puede decir que es ciudadano del mundo. Aunque hoy me ha empatía verle volver a su ‘patria chica”, confesó.
