Director: Jordan Peele. Intérpretes: Lupita Nyong’o, Winston Duke
La acción de Nosotros se desarrolla en la costa norte de California. Los Wilson -Adelaide (Lupita Nyong’o), Gabe (Winston Duke), Zora (Shahadi Wright Joseph) y Jason (Evan Alex)- son la típica familia americana, que deciden hacer una escapada veraniega al hogar de la infancia de Adelaide, en Santa Cruz.
Cuando era niña, en 1986, Adelaise se alejó de sus padres (Yahya Abdul-Mateen II y Anna Diop) durante una excursión familiar al Santa Cruz Boardwalk, acabando en una atracción llena de espejos llamada Vision Quest. Totalmente sola, Adelaide (Madison Curry) descubre, horrorizada, que lo que parece ser su reflejo es, en realidad, una doble maléfica de sí misma. Aunque logra escapar, no es capaz de explicar con palabras lo que ha visto, tiene muy claro que nadie la entendería ni creería. Con el paso de los años, Adelaide ha enterrado ese recuerdo, pero cuando de adulta vuelve a Santa Cruz con su propia familia, el pasado sigue atormentándola.
Traumatizada por ese extraño suceso de su pasado, aún sin resolver, e instigada por una serie de extrañas coincidencias, Adelaide cae en un estado de paranoia, convencida de que algo malo va a pasarle a su familia.
Después de un día de playa con sus guapos, adinerados y sofisticados amigos los Tyler: Kitty (Elisabeth Moss), su marido Josh (Tim Heidecker) y sus hijas gemelas Becca y Lindsey (Cali Sheldon y Noelle Sheldon), .Adelaide y su familia regresan a la casa donde están pasando las vacaciones. Por la noche, los Wilson descubren la silueta de cuatro figuras cogidas de la mano delante de la vivienda, una versión maléfica de ellos mismos a la que deberán enfrentarse y que cambiará sus vidas irrevocablemente.
El director, guionista y productor cinematográfico Jordan Peele nació en 1979 en Nueva York y se crió en el Upper West Side de Manhattan. Asistió a la Universidad Sarah Lawrence en Bronxville, N.Y., trasladándose posteriormente a Chicago para desarrollar su carrera profesional en el mundo de la comedia. Allí estudió improvisación y actuó en el ImprovOlympic Theater y en The Second City, entre otros lugares. Tras una temporada, se trasladó a Países Bajos para unirse al grupo creativo de artes escénicas Boom Chicago, con sede en Ámsterdam.
De 2003 a 2008, Peele figuró en el reparto de la serie de Fox “Mad TV”, siendo nominado al Emmy por escribir la letra del vídeo paródico “Sad Fitty Cent”. Saltó a la fama por ser coprotagonista y cocreador de la serie “Key and Peele” (2012-2015), un programa de sketches cómicos por el que fue galardonado con un Premio Peabody, un Premio American Comedy y doce nominaciones a los Emmy (consiguió el de Mejor Serie de Sketches de Variedades).
Sin abandonar su trabajo en televisión, Peele decidió pasar al mundo del cine, dirigiendo, produciendo y escribiendo “Déjame salir” (2017), provocadora película de terror y tintes sociales que marcó un hito en el género, nominada al Oscar en las categorías de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor (Daniel Kaluuya) y Mejor Guión Original, consiguiendo este último, convirtiendo a Peele en el quinto afroamericano en recibir una nominación a Mejor Director y en el primero en ganar un Oscar al Mejor Guion Original.
Peele fundó la Monkeypaw Productions, para impulsar perspectivas únicas y colaboraciones artísticas con voces poco representadas, expandiendo al mismo tiempo los límites de la narración convencional a través del género. Monkeypaw trabaja actualmente en el desarrollo de numerosos programas de televisión y películas. En 2018, produjo la película de Spike Lee “Infiltrado en el KKKlan”, nominada al Oscar en seis categorías, entre las que figura Mejor Película, lo que supone la cuarta nominación de Peele en dos años.
La idea de Nosotros surgió en la mente de Peele antes de terminar el rodaje de “Déjame salir”, imaginándola aún más aterradora, aunque igualmente incisiva psicológicamente. En esta película, “el monstruo tiene nuestro rostro”. Los dobles maléficos o “doppelgängers” están presentes en todo folclore y mitología. Parece ser que son originarios del antiguo Egipto en la forma de “ka”, una manifestación física de un doble espiritual que comparte recuerdos, experiencias y sentimientos con su semejante de carne y hueso. Estos antiguos arquetipos narrativos dieron origen a los personajes tipo “gemelo malvado” que aparecen en la literatura a lo largo de la historia. Salvo raras excepciones, cuando los dobles maléficos aparecen en una historia, rara vez es una buena señal. Peele explica: “Los dobles siempre han sido fuente de miedo. Es algo conectado a tu sentido de la mortalidad. No pueden existir ambos, y uno tiene que desaparecer. A lo largo de la mitología, los doppelgängers a menudo son signo de mal agüero y presagian la propia muerte. Quería precisar eso y desarrollar la historia, desde ese miedo primigenio”.
La búsqueda de nuestros miedos más básicos y lo que pueden representar, llevó a Peele a adentrarse en lo profundo de la psique humana, así como en la identidad nacional estadounidense. Confiesa: “Tiendo a inspirarme en mi propio miedo. En algún punto, me pregunto: ¿Qué es lo más aterrador para mí, personalmente?. En este caso, era la idea de verme a mí mismo. Y luego pienso en el porqué, en lo que hace que verse a uno mismo sea tan terrorífico. Nadie quiere ver realmente sus fallos, su culpa, sus demonios. Todos queremos mirar hacia otro lado”. Aunque el ser humano, por naturaleza, siente inclinación a proyectar sus propios miedos, la ansiedad y la ira, Peele lo considera algo endémico en la cultura norteamericana: “En este país, a juzgar por cómo miramos al mundo, tenemos miedo a lo de fuera. Es una nación forjada con un miedo intrínseco a todo, desde el terrorismo a la inmigración. Una de las películas de miedo más míticas con un potente mensaje social es La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero. Trataba del conflicto racial, aunque no hablara de razas”.
La mayoría de las películas de miedo tienen mucha sangre, pero pocas risas. Peele, que comenzó su andadura en la comedia, ve una conexión orgánica entre ambos mundos: “Tanto el terror como la comedia son formas extraordinarias de exponer nuestros verdaderos sentimientos. Eso es para mí una catarsis, cuando tienes una reacción emocional viendo una película y luego te toca preguntarte: ¿Por qué he reaccionado de ese modo? ¿Por qué me he reído? ¿Por qué he gritado? ¿Por qué he vitoreado? Una de las razones por la que me encantan las películas del género es porque fuerzan reacciones viscerales e involuntarias que pueden enseñarte algo de ti mismo”.
En Nosotros encontramos un humor orgánico que surge de la dinámica natural de una familia y sus amistades, así como de lo absurdo de nuestras vidas modernas, conectados a todas horas. Para Peele, ésto es un ingrediente esencial a la hora de crear una experiencia ideal para los espectadores: “La comedia que emerge de un momento tenso o de una escena de una película de terror es imprescindible para limpiar el paladar emocional, para liberar tensiones. Brinda al público la posibilidad de resetearse emocionalmente y prepararse para la siguiente ronda de terror. Con este género, no hace falta buscar mucho más allá de la verdad para arrancar una risa. No me gusta contar chistes ni escribir algo divertido con el propósito de que sea gracioso. Me gusta escribir cosas que parezcan auténticas para un personaje, y fieles a la realidad de la situación. De ese modo, el espectador no siente nunca que algo le saca del momento, o del género”. Esa unión de humor y terror es esencial en la creación cinematográfica de Peele, dándole su propio estilo.
Lo más difícil del rodaje fue determinar cómo se podía tener al mismo actor interpretando a dos personajes en una misma escena. Se consiguió superarlo a base de mucha planificación y programación. Los personajes debían pasar, necesariamente, por el proceso de vestuario y maquillaje para ser transformados. Normalmente, eso significa que se hace un lado de la escena un día y el otro al día siguiente. El director asegura: “La escena más complicada fue la de la chimenea, como nosotros la llamamos, que es el primer encuentro entre las dos familias Wilson, la original y los Ligados (nombre que dio el equipo a los dobles malignos). La rodamos en el transcurso de varios días, y nos hicimos un poco de lio con qué intérprete tenía que actuar conforme a qué papel, en cada momento determinado”.
A la hora de encontrar la localización perfecta, Peele deseaba evitar los lugares comunes de la mayoría de películas de terror, como viejas mansiones siniestras o campamentos en el bosque. Quería sol, arena y un escenario inesperado. Lo encontró en las playas, el paseo marítimo y el parque de atracciones de Santa Cruz, en California. Solamente hubo que hacer ligeras transformaciones para las secuencias que transcurren en 1986.
Peele también quería una banda sonora diferente a todas las anteriores, Recurrió a su compositor de “Déjame salir”, Michael Abels, que ha afianzado su trabajo con instrumentos de cuerda, como hizo en “Déjame salir”, pero con algunas diferencias significativas. También utilizaron un instrumento virtual llamado tambor Propanium, que emite un sonido metálico vulgar, como de otro mundo, pero sin ser electrónico o de ciencia ficción. La banda sonora incluye a la aclamada violinista Melissa White, que interpreta los temas de Adelaide y Red.
