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La Ciudad logra un superávit de 16 millones en los PGCAM 2018, que destinará a inversiones extra

Imbroda dice que son datos “magníficos y aplastantes” que posibilitan destinar menos dinero público al pago de intereses y “gastar en otras cosas”

La Ciudad Autónoma de Melilla presentará el próximo lunes en el Pleno de la Asamblea la liquidación de sus Presupuestos de 2018, en los que ha obtenido un superávit de 16 millones de euros, que destinará a la realización de inversiones financieras sostenibles. El presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, avanzó ayer en rueda de prensa la intención de su Gobierno de seguir la misma senda que con el superávit de 15 millones de euros que logró en la liquidación de los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de 2017. Imbroda recordó que aquel superávit se aprovechó para la realización de inversiones extraordinarias a las que estaban previstas, algunas de las cuales se han ejecutado ya y otras se están desarrollando en estos momentos.
El presidente melillense avanzó algunas de las nuevas inversiones financieras sostenibles que se van a desarrollar con el superávit del año pasado son la rehabilitación del edificio de Correos para destinarlo a uso universitario, obras en la Plaza de Toros y pavimentaciones que hay que acometer, entre otros proyectos.

Datos “aplastantes”
Para Imbroda, el hecho de que la Ciudad Autónoma haya vuelto a lograr un superávit de unos 16 millones de euros, similar al año anterior, “significa que el Gobierno de Melilla hace las cosas bien hechas” y que lleva a cabo una política presupuestaria “con muchísimo rigor”, teniendo muy claro que los ingresos deben ser reales y “adivinar sobre una base seria y solvente”.
Para demostrarlo, Juan José Imbroda se refirió a la baja carga financiera de la Ciudad Autónoma, que cerró 2018 con un 4,52 %, la mitad de lo que tenía al inicio de la legislatura en 2015, cuando era del 9,25 %, cifras muy bajas respecto al 25 % de capacidad de crédito que permite la Ley como máximo.
Según dijo, la Ciudad Autónoma tenía en 2015 una deuda de 85.800.000 euros, y en 2018 esa cifra ha bajado hasta los 56.500.000 euros, lo que supone un 13 % respecto al año anterior, cuando eran 63 millones de euros.
En cuanto al remanente de tesorería, la Administración melillense cerró 2018 con 29,5 millones de euros, frente a los 17,5 millones de euros de 2015, destacó Imbroda, que también puso en valor la presión fiscal “liviana” de la Ciudad Autónoma y su gasto de 430 euros por habitante en servicios sociales.
A su juicio, se trata de datos “magníficos y aplastantes” que posibilitan destinar menos dinero público al pago de intereses y aprovecharlo para “gastar en otras cosas”, como realizar más inversiones en la calle, lo que también redunda en las empresas y la creación de empleo, ya que de los 16 millones que se destinarán a estas obras, unos 8 serán para mano de obra.

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Redacción

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