El candidato independiente al Senado por Coalición por Melilla (CPM), Emilio Guerra, en nota de prensa, ha vuelto a criticar “la pasividad, falta de compromiso y poca atención” que desde los distintos gobiernos en Madrid se ha tenido “con las constantes reivindicaciones del tejido empresarial en Melilla”, algo que además, “ha sido acompañado por la sumisión de nuestros representantes en el Congreso y Senado, que lejos de defender esas iniciativas, se han limitado a dejar pasar el tiempo sin ofrecer soluciones”. Guerra entiende que hemos llegado a un punto de “estancamiento” donde la actual clase dirigente y gobernante “se niega a ofrecer un proyecto político que tenga una base socioeconómica de calado”.
Manifestó también que “quieren convertir Melilla en una ciudad totalmente subsidiada, para así, teniendo el control de esos fondos, crear más estructuras clientelares y subordinar políticamente a todos los melillenses”.
Estructuras económicas
Asimismo considera vital revisar la estructura económica local, primero “para intentar reactivar el motor del crecimiento económico que tanto necesitamos en el capítulo de generación de empleo”; segundo, “para ser cada vez menos dependientes, económicamente del Estado”, y tercero, “para eliminar cualquier posibilidad de utilización política negativa ante el alto coste que podamos tener a la tesorería del país”. Por eso, matizó Guerra, “no podemos abandonar al sector privado, PYMES, comerciantes y autónomos, debiendo corregir la actual descompensación con el sector público”.
Recordó que Melilla tiene un PIB per cápita "de los más bajos de España, posee elevados índices de paro juvenil, de fracaso y abandono escolar, una alta tasa de natalidad, y una brecha social que arrastra pobreza, exclusión y bolsas de marginación cada vez más amplia y preocupante". Además, "apenas existe mercado productivo, y así es imposible absorber en las condiciones actuales a los jóvenes que quieren incorporarse al mercado de trabajo", expone.
Guerra manifiesta que a pesar de esas circunstancias y "datos más que contrastados, los representantes del PP, que llevan años instalados en el Congreso y Senado, así como el Gobierno" de la ciudad “se niegan a atender a los agentes sociales, a los profesionales de los distintos sectores y a todo aquel que les censure o recrimine tan nefasta actitud para el futuro de Melilla”.
