La Unión Deportiva Melilla se ha puesto seria, y sus rivales lo saben. Si al trabajo de siempre vuelves a añadirle esa pizca de suerte que faltó en el tramo más gris de la temporada, las sensaciones se tornan bastante halagüeñas para la escuadra melillense. En esta jornada, por ejemplo, ninguno de los cuatro equipos actualmente situados por debajo de los azulinos consiguió ganar, y la derrota del Cartagena en Badajoz permitió a los unionistas regresar al primer puesto que dejaban en la jornada 18. Esta semana (la doceava del año siendo líderes) acaba con la visita al Álvarez Claro de otro de los grandes aspirantes a todo, el Recreativo de Huelva. Los onubenses acuden a la Ciudad Autónoma con dos puntos de desventaja con el decano del Grupo IV de la Segunda B y con la intención de remontar (para hacerse con el golaveraje particular) el 0-1 del partido de la primera vuelta. La escuadra local, que parece haber dado un paso adelante en sus aspiraciones, se mostró en la mañana de ayer impaciente por que llegue el domingo.
Los unionistas, fieles a su carácter, quieren edificar sobre el trabajo, la humildad y la responsabilidad la defensa del privilegiado puesto que actualmente ocupan. El partido del domingo valdrá tres puntos, lógicamente, como todas las semanas, pero vencer ante uno de tus rivales directos siempre conlleva un premio anímico mayor. De ahí el gran interés que desde el club se tiene en conseguir que la afluencia al estadio sea excepcional. A la altura del choque más importante de la última década.
La plantilla se ejercitó ayer lunes en el Campo de La Espiguera con la única baja de Paco Aguza, que ha trabajado al margen con Carlos Gómez, preparador físico del club. El resto de jugadores han llevado a cabo la habitual sesión regenerativa y compensatoria de cada lunes y este martes tendrá una jornada de descanso antes de regresar mañana miércoles a esta misma superficie.
