El candidato independiente al Senado por Coalición por Melilla, Emilio Guerra, en nota de prensa, comentó que “el futuro de la ciudad debe consolidarse forzosamente en términos económicos o de lo contrario, será insostenible”. Según Guerra, “nuestros gobernantes, de forma negligente, nos han hecho perder un tiempo de bonanza que quizás no volvamos a tener”. Por ello, cree que “es necesario que seamos conscientes de la urgencia en acometer un plan estratégico real, al margen de partidismos y otros egoísmos personales”. El político local, advirtió que “la vulnerabilidad político-social y económica de esta ciudad es muy peligrosa”. Según él, “los problemas económicos persisten y Melilla agotó el límite de espera”.
Además, el candidato al Senado, expone que “la opción continuista que pretende el Partido Popular para Melilla es seguir atrincherados en nuestra condición de ciudad subvencionada por el Estado, de territorio franco y con un supuesto REF muy beneficioso pero que no ha servido para atraer inversiones”.
“La situación ha generado -y seguirá generando”- insistió Guerra, “la pérdida del comercio, el cierre de las empresas, el aumento del paro y lo más grave: afectará seriamente a la cohesión social y producirá más desigualdades con el consiguiente riesgo de la estabilidad y paz social que tanto dice querer asegurar el PP”.
Ahora mismo, comentó Guerra, “estamos totalmente desubicados y sin herramientas político-económicas para avanzar como consecuencia de la falta de previsión, acomodamiento, ineficacia e incompetencia de unos gobernantes que llevan años haciendo política a corto plazo, simplemente para ganar las siguientes elecciones”.
“No podemos seguir viviendo en la Melilla de las fantasías y mentiras cuando llevamos desde el año 2008 aumentando las tasas de paro de forma alarmante sin mover un dedo desde los distintos Gobiernos esperando que escampe”, dijo.
Para Emilio Guerra, “necesitamos lo que su candidatura propone y representa: necesitamos de una renovación política que cambie conceptos y actitudes, que abra la puerta de un castillo cerrado a cal y canto durante veinte años con la llave de la mayoría absoluta, permitiéndose con ello la entrada de nuevas corrientes, ideas”. Además de “una nueva forma de hacer política: la del diálogo, los consensos y los amplios acuerdos, cuyo único objetivo es asegurar la prosperidad de Melilla”.
