La Guardia Civil y la Agencia Tributaria han localizado en Melilla un contenedor con mercancía falsificada en el puerto. Según ha informado este lunes un portavoz de la Comandancia, la mercancía llegó al puerto de Melilla procedente de China, tratándose de zapatillas infantiles que presenta logotipos y diseños de una reconocida marca. Tras la constatación de la falsedad de las zapatillas fiscalizada por representantes oficiales de las marcas, el importador de la mercancía pasa a disposición judicial en calidad de investigado. El servicio se inició los días 20 y 21 de febrero del año en curso, al efectuarse una inspección fiscal sobre mercancías transportadas en un contenedor procedente del continente asiático y que arribó al puerto de esta Ciudad Autónoma. Tras la presentación de la declaración de importación de la mercancía en la Dependencia Provincial de Aduanas e Impuestos Especiales y el análisis de riesgo previo, en la que declaraba contener ropa interior y calzado, se determinó el reconocimiento físico de la mercancía.
Una vez realizada la apertura del contenedor y la inspección física de la mercancía, entre los numerosos bultos sin ningún tipo de identificación de marcas, se hallaron en una de las partidas identificadas que contenía 50 cajas de 30 pares de zapatillas infantiles cada una, que sí portaban logotipos y diseños que podrían vulnerar los derechos de marcas comerciales registradas, dando indicios suficientes que pudieran ser falsas. Del resultado de la misma, se intervinieron de forma cautelar un total de 1598 pares de zapatillas infantiles que pudieran vulnerar determinados derechos de propiedad industrial.
De las gestiones realizadas con los representantes legales de las marcas en España y las pruebas periciales realizadas, se ha constatado finalmente la supuesta falsedad del producto intervenido.
El valor comercial de la mercancía tras esos informes periciales asciende aproximadamente a treinta y siete mil (37.000 €) euros.
El destino final de la mercancía falsificada intervenida presumiblemente hubiese sido la venta en diversos establecimientos de la ciudad, así como su posible salida para la venta en Marruecos.
El importador de la mercancía, un varón de nacionalidad española y con residencia en Melilla, ha pasado a disposición judicial en calidad de investigado como supuesto autor de un delito contra la propiedad industrial, quedando la mercancía intervenida depositada a disposición de la Autoridad Judicial que entiende del caso.
