Margarita de la Rasilla del Moral, oficial de Protección en ACNUR España, en una entrevista concedida a este Diario resaltó que en Melilla existe “voluntad política” para buscar soluciones respecto al bienestar familiar de los menores refugiados que llegan a la ciudad. Además, espera volver a la ciudad para detallar algunos de los aspectos del protocolo que se quiere llevar a cabo con la Consejería de Bienestar Social y diferentes autoridades de la Ciudad para que sea efectivo y puedan estudiarse de forma individual los diferentes casos de menores que hay. Margarita de la Rasilla del Moral, oficial de Protección en ACNUR España, sostuvo que la mesa redonda sobre el interés superior del menor y el derecho a la vida en familia que se realizó en Melilla el martes pasado fue “muy positivo” porque se puso encima de la mesa un “tema importante y claramente de preocupación” para las autoridades de la Consejería de Bienestar Social y la Dirección general del Menor y la familia de Melilla.
Protocolo de actuación
Sobre el protocolo de actuación, expresó que hicieron propuesta de un protocolo en el que han estado trabajando la Universidad de Comillas y ACNUR para presentárselo a la Consejería. En la sesión de trabajo a la que asistió la fiscal de Menores, el director del CETI, técnicos de Bienestar Social, el jefe Superior de Policía, y el director general de Infancia además del personal de ACNUR debatieron el contenido de esas propuestas.
“La idea no era firmar el protocolo sino de presentar una propuesta inicial sobre la que hay que seguir trabajando porque son los profesionales son los que tienen que dar el detalle a este protocolo para que sea realmente aplicable”, manifestó.
Asimismo, la responsable expuso que las autoridades están poniendo en marcha mecanismos para intentar reunir estas familias “pero a veces tardan como un mes y tres semanas porque consiste en una prueba de ADN y es tiempo en el que el niño y sus familias están separados”.
Además, comentó que hay casos en los que los menores van acompañados por sus tíos o hermano mayor “y no queda muy claro lo que se debe hacer, recomendamos desde ACNUR que cada caso se estudie de forma individual y se tome una decisión acorde”.
En el caso de lo que se considere que lo mejor es vivir con su familia, indicó que lo mejor es que “se busquen fórmulas para que puedan hacerse cargo de estos niños”.
Aunque remarcó que “no se trata de tener tantas soluciones como menores sino de estudiar cada caso, el interés, las circunstancias y en base a ello, se puede tomar una decisión”. De la Rasilla cree que “no vamos a conseguir tener la decisión correcta para todos los casos”.
Respecto a las conclusiones, dejó claro que existe “voluntad política” de buscar soluciones a estos casos no solo de la Dirección general de Infancia sino de la Fiscalía, el CETI y el Cuerpo Nacional de Policía. Sobre esta base, aseguró que “se va a seguir trabajando, vamos a revisar las conclusiones, pero sin duda la propia Dirección General del Menor y sus técnicos deben reunirse y dar detalle a estas propuestas y hacer un encuentro posterior para ir concretando”.
ACNUR destaca el derecho a la familia
En cuanto a lo que se propone desde ACNUR, la responsable explicó que en este caso trabajan en un tema concreto que es el derecho a la vida en familia de estos menores refugiados. Melilla, al tener una “situación particular” hace que lleguen muchos niños refugiados. De la Rasilla expresa que es “muy propio” en la huida quedarse separado de su familia y se encuentran con la casuística de casos de niños que han llegado solos a Melilla cuyos padres se encuentran en otros países europeos o familiares en otras ciudades de España, y también familias refugiadas que han pasado la frontera de forma separada mientras que la familia está en el CETI y ellos en el centro de menores “con todo el sufrimiento que eso conlleva”.
