La ONG de Intervención Ayuda y Emergencia (IAE) de Melilla recibe este año una subvención nominativa de diez mil euros por parte de la Consejería de Presidencia y Salud Pública para el mantenimiento de su sede, la construcción de un campo de entrenamiento y para las acciones de formación de su equipo de voluntarios en labores de rescate y salvamento de víctimas en catástrofes nacionales e internacionales. La consejera Paz Velázquez, recordó que el primer convenio con el IAE melillense fue en 2016 cuando solicitaron la colaboración de la Ciudad en la campaña “Una gota para una vida” para llevar plantas potabilizadoras a San Clemente en Ecuador, que quedó muy castigada tras el fuerte seísmo que afectó al país. Melilla colaboró con 25.000 euros y se instalaron diversas plantas que abastecen a un millón de personas.
Desde 2017 la Ciudad concede una subvención nominativa a la ONG para contribuir a las actividades de formación que llevan a cabo para “conseguir una mejora en las capacidades operativas y de respuesta” del personal voluntario que la integra, de cara a poder intervenir en aquellas situaciones de emergencia a nivel local, nacional o internacional en las que se requiera de su colaboración.
La organización cuenta con unos 200 voluntarios, así como una unidad canina con la que llevan a cabo sus misiones. Con la ayuda de la Ciudad Autónoma se potencia la parte formativa, tan importante y necesaria para el trabajo que llevan a cabo. La subvención también se destina al mantenimiento de la sede y del vehículo que les cedió Bienestar Social.
José Ángel González, delegado de la ONG en Melilla, agradeció a la consejera de Presidencia el apoyo que les brinda desde hace años, en concreto, desde la inauguración de la sede de la entidad en 2016. Desde entonces “existe un apoyo total”, y aseguró que sin este tipo de colaboraciones y la que reciben de otras entidades privadas, “sería imposible mantener nuestra función”. De hecho, la participación en el IAE es complemente altruista y voluntaria.
Indicó que en estos momentos continúan los trabajos para crear un campo de entrenamiento en Melilla, que simula el hundimiento de un edificio. La intención es que pueda ser utilizado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y llevar a cabo simulacros con la participación de otros equipos nacionales y extranjeros.
