Emilio Guerra es uno de los candidatos más veteranos que se presentan a estas elecciones generales en Melilla, pero su presencia en la lista de CPM como independiente ha sido, sin duda, una de las sorpresas del 28-A.
– Su participación como independiente en la candidatura de CPM ha sido una de las sorpresas de estas elecciones, aunque usted no es nuevo en estas lides por haber participado en otras anteriores representando a UPYD. ¿Es muy distinta la experiencia?
– Todas las experiencias políticas, al menos para mí, significan enriquecimiento personal porque se acumulan nuevas vivencias, conceptos y contenidos que dan a su ejercicio mayores amplitudes y perspectivas, lo que me otorga un bagaje muy estimable y me permite seguir apostando por ideas y principios que nunca he abandonado.
– ¿Por qué ha decidido dar este paso de concurrir con CPM, cuando UPYD decidió no presentarse a estas elecciones y apoyar a Ciudadanos mediante la firma de un acuerdo de colaboración electoral?
– Decidí dar el paso porque tenía delante un proyecto de ciudad ilusionante, apoyado por importantes sectores sociales y la gran oportunidad de defenderlo en el Senado, allí donde la voz de Melilla apenas ha sonado en cuatro años. A todo ello, se sumó la posibilidad de hacerlo como candidato independiente gracias a la generosidad de la dirección de un partido localista como CPM.
– ¿Por qué pide a los melillenses que voten a CPM, frente a candidaturas nacionales que podrían tener más fuerza en las Cortes por ser más numerosas?
– Pues precisamente por eso, porque las candidaturas nacionales y sus representantes llevan muchos años fracasando a la hora de reivindicar con convicción en las instituciones todas las demandas del Pueblo de Melilla, que son muchas. Tenemos claro que para hacerlo con eficacia, la voz de Melilla en el Congreso y el Senado deben ejercitarla personas independientes y libres que no estén al dictado de la disciplina de voto de los partidos nacionales que, en muchos casos, defienden otros intereses distintos a los de Melilla o los dejan en segundo y tercer plano.
– Usted ha advertido muchas veces del perjuicio que ocasiona el continuismo político en Melilla, una tesis que también comparten otras muchas voces dentro y fuera de la política. ¿Por qué cree que los melillenses siguen apostando por lo mismo cada vez que son llamados a las urnas? ¿Están equivocados los melillenses, o quienes defienden el cambio?
– Continuismo significa hoy en Melilla, en términos políticos, conservadurismo y muchas veces también se le añade cierta “infección” de un miedo absolutamente tendencioso. Por suerte, Melilla está progresando y cambiando con una sociedad muy joven que carece de esos miedos y viejos fantasmas, carecen de los prejuicios de aquellos que añoran la vuelta al pasado, jóvenes que miran hacia el futuro con las ganas e ilusiones propias de su edad.
– CPM ha presentado un programa con 11 propuestas para Melilla, cuya ejecución dependerá de un Gobierno conformado por uno o varios partidos que obtengan la mayoría de los votos en el conjunto de España. ¿Con cuál cree que es más factible que se cumplan estas reivindicaciones, si CPM logra los escaños por Melilla? ¿Con PSOE, PP, o con ninguno de ellos?
– La “conjura” de los candidatos y la candidata de CPM cuando estemos dentro del Congreso y Senado será la defensa de Melilla y sus intereses por encima de siglas o ideologías partidistas. Cualquier negociación será dada por buena si con ello alcanzamos acuerdos beneficiosos para la ciudad. No responderemos a otra cuestión que no signifique provecho para Melilla y sus ciudadanos.
– CPM defiende un Tratado de Buena Vecindad con Marruecos para intentar que se reabra la aduana comercial que el país vecino decidió cerrar. ¿Tiene usted alguna esperanza en que se recupere?
– En política y en el plano de las relaciones internacionales todo es posible. La diplomacia, precisamente, consiste en “el arte de lo posible frente a lo que pudiera parecer imposible”. Es fundamental crear un marco de confianza mutua entre ambas partes, establecer lazos, además de los políticos, comerciales, empresariales, de interés común. Sobre eso, llevamos interesantes propuestas en nuestro programa.
– Usted dijo que un grupo importante de empresarios le había elegido como portavoz y en virtud de esa responsabilidad participa en esta candidatura como independiente y CPM asume más de 40 reivindicaciones del sector comercial y empresarial. ¿Cuáles son las que hay que acometer con más urgencia?
– Casi todas las propuestas por los empresarios son medidas a corto plazo, entre otras cosas porque están asfixiados, al borde del cierre, y no pueden sostener por más tiempo sus inversiones, con el riesgo que ello supone para los trabajadores. Le podría citar muchas propuestas a corto plazo, siempre sin dejar de lado el inicio del cambio normativo necesario para alcanzar un nuevo modelo económico. Por ejemplo, dar fuerte impulso al sector de la construcción levantando un gran parque de viviendas destinadas al alquiler social, donde hay mucha demanda. El aumento de la oferta de empleo público; necesitamos más personal sanitario y docente, más tropa profesional, policías y guardias civiles en la frontera. Fuertes inversiones en infraestructuras, frontera o nuevo aeropuerto intercontinental. Establecer, de una vez, una industria de la cultura con empresas para explotar mejor nuestro rico patrimonio. ¿Por qué no creamos una escuela de artes escénicas? Ello nos traería muchos alumnos de fuera, como también facultades de cultura Euromediterránea, realización de postgrados, másteres y doctorados para la Lengua y Cultura Amazigt, Historia Militar, Patrimonio Urbanístico etc.
“Quizás ya no se mira a los militares con la desconfianza de antes y los partidos empiezan a apreciar muchos valores y actitudes de nuestra formación castrense”
– En estas elecciones hay un importante número de militares que se presentan como candidatos. Usted también estuvo vinculado a las Fuerzas Armadas hace años. ¿Qué le parece este boom?
– La condición u origen profesional de cada uno es algo que no debe ser trascendente para el ejercicio político. La historia de nuestro país está repleta de grandes figuras políticas procedentes de las Fuerzas Armadas. Lo que usted califica de “boom” puede ser algo que denote normalidad democrática, quizás ya no se mira a los militares con la desconfianza de antes y se están comenzando a apreciar, por parte de los partidos, muchos valores y actitudes de nuestra formación castrense.
“Los niveles de renta de la mayoría de la población de Melilla no dan ni para el ahorro ni para el consumo”
– El sector empresarial advertía hace un año de que Melilla se muere. Sin embargo, los melillenses han ganado poder adquisitivo en este tiempo por el aumento de las bonificaciones en los impuestos del IRPF y Sociedades, las pensiones o el incremento retributivo de los funcionarios. ¿Qué está fallando para que esas medidas no repercutan en un aumento del consumo?
– Está fallando el diagnóstico porque esas cifras no son del todo fiables, como tampoco lo es cualquier estudio económico de Melilla que no recoja de forma rigurosa la peculiaridad de nuestra estructura social. No todos los melillenses son funcionarios ni tienen su poder adquisitivo. La brecha social entre pobres y ricos es de las mayores del país y tenemos una población flotante a la que atendemos a través de unos servicios básicos con cargo al presupuesto, pero con cifras estadísticas que no son reales. Las pensiones están en sus horas de revalorización más bajas y, si no hay consumo, es porque los niveles de renta de la mayoría de la población no dan ni para el ahorro ni para el consumo.
