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La declaración del exjefe de la UCI devuelve la esperanza a la familia de una paciente fallecida

Francisca Gutiérrez, en una imagen facilitada por su familia

El Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla tomó declaración la semana pasada al exjefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Comarcal, hoy en día la jubilado, sobre el caso de Francisca Gutiérrez, la mujer que murió en 2014 en el centro sanitario después de que le suministraran un contraste para hacerle un TAC pese a ser alérgica. La familia de esta paciente tiene hoy más esperanza, después de que este facultativo admitiera que, aunque no puede estar seguro al 100% de que la causa de la muerte fuera el contraste, el motivo del cambio brusco del estado en el que se encontraba Francisca “sí tiene relación con ello”. En declaraciones a MELILLA HOY, Marina García, una de las hijas de la paciente fallecida, subrayó la importancia que para la familia tiene la declaración del facultativo que era jefe de la UVI en aquel momento. “Nos refuerza moral y físicamente para seguir adelante”, señaló Marina, sobre todo tras recordar cómo este mismo médico, prestó en 2015 ante la Fiscalía una declaración “que no tenía ni pies ni cabeza” respecto a la versión que ofreció a la familia durante el tiempo que estuvo Francisca Gutiérrez ingresada en la UCI tras aquel TAC.
Marina García admite que aquella declaración, al año siguiente de lo que le sucedió a su madre en el Hospital Comarcal, fue un duro revés para los familiares de Francisca, que veían cómo se quedaban sin el apoyo del médico que más cerca estuvo de ellos durante los 34 días que permaneció ingresada hasta que, finalmente, falleció.
De hecho, la hija de Francisca recordó que este facultativo fue el primero que les informó de que a su madre se le había suministrado un contraste, algo que ninguno de ellos sabía. “Cuando vimos que, de repente se desdecía, pensábamos que nos quedábamos sin apoyo en este caso, porque aunque los informes del forense nos avalan, para nosotros era importante la versión del jefe de la UCI, entre otras cosas por el trato que tuvimos tan cercano con él durante el ingreso de mi madre”, señaló Marina.

Nueva declaración
El pasado jueves, este médico volvió a ser citado para prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 2. Entre otras cosas, el antiguo jefe de la UCI explicó que el 14 de junio, cuatro días después de que se le suministrara el contraste para hacerle un TAC, comentó a los familiares que el cambio brusco en el estado de Francisca podría deberse al TAC que le habían realizado, y que el técnico de radiología le dijo que no sabía que la paciente era alérgica porque no llevaba la pulsera que lo indicara, ni tampoco constaba así en la solicitud de la prueba.
De hecho, el único lugar donde hay constancia de la alergia de Francisca era en su historia clínica en papel, de más de 500 folios, donde quedó anotado en 2005, según este médico, que reveló en el juzgado que tampoco aparecía nada sobre la alergia de la paciente en el historial al que tiene acceso todo el hospital.
Este médico señaló que en un primer momento estaba convencido de que el detonante del empeoramiento del estado de Francisca había sido el contraste, y que la relación causa efecto estaba clara. Ahora, en cambio, no puede afirmarlo con total seguridad, según la hora a la que fue realizado el TAC, tal y como aparece en la investigación realizada de forma interna en el ámbito sanitario.

Siguientes pasos
La hija de la paciente avanzó a este Periódico que la familia va a pedir este informe porque considera que “están falseando los datos”. “La reacción alérgica al contraste se da a los pocos minutos, pero a él le han hecho ver que pasó una hora hasta que mi madre tuvo la insuficiencia respiratoria, cosa que es falsa”, indicó Marina García.
Además, la familia también pedirá al juzgado que cite como investigado al nefrólogo que atendió a Francisca, y que identifique a la persona responsable de realizar el triaje a la paciente: “Mi hermana y yo entramos con mi madre y no nos preguntaron a ninguna de las dos si tenía alergia. De hecho, en el parte está totalmente en blanco”, recordó Marina.
Otro de los pasos que dará la familia es pedir que el Ingesa aparezca en este caso como responsable, al suceder los hechos en el Hospital Comarcal, que es de su competencia. En este punto, la hija lamentó que el organismo sanitario “a fecha de hoy, ni se ha pronunciado, ni se ha puesto en contacto con la familia ni nada de nada. Ha mantenido un silencio absoluto”.
“Para nosotros, la buena noticia es que esto sigue en marcha y va hacia adelante”, apuntó Marina, que tuvo que declarar junto a sus otros dos hermanos el pasado día 11 como testigos y perjudicados. Ahora, junto al resto de sus familiares, cada vez ven el caso “más claro”. Ahora confían en que el juzgado también comparta ese punto de vista y decrete la apertura del juicio oral para poner fin a esta “agonía”, después de casi cinco años.

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Redacción

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