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In Memoriam

La Enfermería melillense está de luto

Y con ella, toda la Sanidad de nuestra Ciudad. El pasado miércoles falleció, en Cádiz, María Cabas Huertas “ Maruja” como la llamábamos todos los que la queríamos, que éramos muchos entre médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería y cuantos tuvieron contacto con ella y la conocieron.

Corrían los años setenta y pocos, cuando el Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Cruz Roja, Dr. Don José Mª Gómez Montes le solicita al Presidente de la Asamblea Provincial de Cruz Roja de Melilla, Excmo. Sr. Don Francisco Llinás de Les la creación en nuestra ciudad de una Escuela de ATS para que Jóvenes estudiantes, con pocos medios económicos no tuvieran que desplazarse a la Península durante tres años para realizar la carrera. Nunca se reconoció la labor del Dr. Gómez Montes en esta Melilla que tanto le debe a él; cosa, por otro lado frecuente en esta tierra de nuestros amores.

Una vez creada y siendo ya Director de la Escuela, el Dr. Gómez Montes hace un Fichaje Estrella para la misma y nombra como Directora de Enfermería a nuestra querida Maruja, madre espiritual de tantas y tantas ATS y posteriormente DUEs que salieron de la misma.

Conocí mucho a Maruja y trabajé muchas noches de Guardias en Cruz Roja y yo también aprendí mucho de ella, de su saber y de sus consejos, de su rigor y del cariño al enfermo. Fue toda una SEÑORA. Seria, constante, sin concesiones al desánimo, siendo la primera en dar un paso al frente para dar ejemplo, trabajadora como ella sola, podía con todo. Nuestras “niñas”, como yo les digo, salían con una preparación excelente y sobre todo con los conceptos muy claros de lo que tenía que ser una enfermera, que posteriormente fuimos comprobando los que trabajamos con ellas. Maruja sufrió mucho a lo largo de su vida, vio como uno de sus hijos se marchó de este mundo por una maldita enfermedad.

Me imagino cómo estarán todas ellas, tan apenadas como yo y como todos los médicos que trabajamos con ella. Cuando se jubiló perdimos un enorme baluarte pero siempre la llevábamos en nuestros recuerdos por su buen y bien hacer.

A sus hijos, Mari Carmen, María Rosa y José Mª, les digo que pueden estar muy orgullosos de su madre, que su fallecimiento ha sido otro mazazo para la Sanidad melillense en su conjunto porque se nos ha ido otro referente de los que “crean Escuela permanente” y lo más grande, que aunque físicamente no volveremos a verla, SIEMPRE VIVIRÁ EN NUESTRO CORAZONES. Un abrazo.

Maruja Descansa en Paz, te lo has ganado a pulso.

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