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Desde el año 2006, el Centro de Educación de Personas Adultas de Melilla se denomina oficialmente “C.E.P.A Carmen Conde Abellán”

Se cumplen 40 años de que Carmen Conde se convirtiera en la primera mujer académica de la lengua

Una de las exposiciones que realizaron los alumnos del Centro de Educación de Personas Adultas de Melilla “C.E.P.A. Carmen Conde Abellán”

Este año se cumple el 40 aniversario de que Carmen Conde Abellán, se convirtiera en la primera mujer académica de la lengua ocupando el sillón de la letra K. Desde el año 2006, el Centro de Educación de Personas Adultas de Melilla se denomina oficialmente “C.E.P.A Carmen Conde Abellán”. Fue gracias a un acuerdo adoptado por el claustro del centro que, con el informe favorable de la Inspección Educativa de Melilla, se tradujo en una realidad en el BOE de 20 de junio de 2006. Carmen Conde Abellán se trataba de una escritora, poeta, dramaturga, novelista, autora de cuentos infantiles, relatos, ensayos y colaboraciones en prensa y radio de una calidad indiscutible.

Fue la primera mujer que formó parte de la RAE, como miembro de número, ocupando el sillón de la letra K. La toma de posesión se produjo el 28 de enero de 1979. Y este año es el 40º aniversario de tan importante acontecimiento.

Hasta esa fecha, una institución que llevaba fundada desde 1714, no había considerado a ninguna mujer merecedora de formar parte de la misma.

Pero además, Carmen Conde Abellán, había vivido los años de su infancia en Melilla, desde 1915 hasta 1920. Desde los ocho a los trece años. Una etapa que ejerció en su vida y en su obra un influjo tan poderoso como asombroso.

Su “delirante infancia”, como la llegó a denominar, trascurrió en las calles cercanas a nuestro centro educativo.

Su primera escuela fue la del Polígono y más tarde, el colegio inglés de Miss Minnie Thompson, situado en la calle O’Donnell. El número 4 de la calle Fortuny, el número 42 de la calle Castelar, la confitería “La Campana”, donde trabajó un tiempo su padre, el cementerio en el que se refugiaba para leer o la iglesia del Pueblo, donde hizo la primera comunión, fueron los escenarios de las primeras vivencias de la académica.

Su imaginación se alimentaba de las lecturas que adquiría en la misma librería donde varias generaciones de melillenses también lo hicieron, la de Boix Hermanos.

En su obra rememora a sus maestras, a las niñas amigas de su infancia melillense, a su perrita Sultana y a las familias amigas de las que se despidieron en el muelle Villanueva cuando partieron de la ciudad, en 1920, en el buque “Castilla”.

En 1927 había pasado de poeta provinciana a formar parte del círculo poético de Juan Ramón Jiménez. De colaborar en medios locales a prestigiosa escritora de revistas literarias como: Ley, Verso y Prosa, Colores. En 1929, un viaje a Madrid le abrirá los ojos a un nuevo mundo, el del Lyceum Club Femenino, a un mundo de mujeres libres, cultas e inquietas.

En 1934 Carmen Conde pasa de la felicidad, reflejada en la publicación Júbilos (escrito durante su embarazo), a la más profunda tristeza provocada por la pérdida de su única hija que nacería muerta.

En el año 1936, se inicia la Guerra Civil y formó parte de lo que se llama el “exilio interior” siguió publicando, pero con pseudónimos.

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Redacción

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