Esta es la pregunta que se hacen muchos al conocer las duras condiciones que ha establecido el presidente del comité nacional de negociación de gobiernos de Cs, el número del partido naranja José Manuel Villegas, quien ha dicho que solo pactará con el PSOE en aquellos territorios cuyos líderes renieguen del presidente del Gobierno Pedro Sánchez.
Si se mantiene este requisito, parece muy difícil, por no decir imposible, que la actual secretaria general del PSOE melillense y diputada electa, Gloria Rojas, mujer afín a Pedro Sánchez, incluso en los momentos más duros para el actual líder socialista. Gloria Rojas, una declarada “sanchita”, permaneció junto al que hoy ya es presidente del Gobierno cuando fue descabalgado de la secretaría general del partido y le respaldó en las primarias. Por ello, el pacto entre CPM, PSOE y Cs está hoy muy lejos.
También está el hándicap del veto que ha puesto durante todo este tiempo el coordinador de Cs en Melilla y diputado Eduardo de Castro que, tras los resultados que surgieron el domingo, tiene “la llave del gobierno”. El veto de Eduardo de Castro es al presidente de CPM Mustafa Aberchán, por su condena a dos años de prisión por un delito electoral, una sentencia que no obstante está recurrida ante el Tribunal Supremo dado el cepemista defiende su inocencia.
En cambio, desde las direcciones nacionales de Cs y PP no dudaron en señalarse en ambos casos como socios preferentes a la hora de buscar alianzas. Pero en muchos lugares necesitarán de un tercer apoyo, el de Vox, que ya ha advertido que no quieren más “pactos a la andaluza”, es decir respaldar la investidura de un presidente popular para conformar un gobierno de PP-Cs y no entrar en el Ejecutivo. El partido de Abascal quiere que se cuente con ellos y acceder a los gobiernos, algo que, en un principio, el PP no tendría inconvenientes, pero Cs parece más tajante en este tema y no se sabe si se levantará el veto al nuevo partido, dado que las declaraciones de sus dirigentes nacionales han ido en un sentido y en otro.
Al respecto, tampoco podemos olvidar que Eduardo de Castro también ha puesto el veto al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, a pesar de que sobre el popular no existe ninguna causa pendiente con la justicia.
Como ven, son tantas las dificultades, que adivinar qué ocurrirá en la sesión de investidura del próximo 15 de junio parece imposible, porque, además, estamos convencidos que ni siquiera los propios protagonistas (los 25 diputados de la Asamblea) lo saben, dado que la decisión que tomen en Madrid los distintos partidos será clave para la decisión final.
