El consejero de Educación y Colectivos Sociales, Antonio Miranda, y la directora de Cáritas Interparroquial, Pilar Illázquez, renovaron ayer el convenio de colaboración dotado con sesenta mil euros para el desarrollo de las conocidas colonias urbanas en las que participarán unos 270 menores de familias melillenses con escasos o nulos recursos económicos. El acuerdo se mantiene desde hace veinte años, según recordaron ambas partes firmantes. Miranda recordó que Cáritas es una organización sin ánimo de lucro que viene funcionando desde 1963 y que el objetivo de su atención es la atención asistencial de personas y familias desfavorecidas, al tiempo que dedica una atención especial a la infancia en riesgo, como lo demuestra la organización de las colonias urbanas. La Ciudad colabora económicamente para que esta iniciativa pueda llevarse a cabo.
Indicó que el presupuesto sufraga el coste del desayuno y comida de los niños, el seguro de accidentes y responsabilidad civil de las actividades a realizar, los gastos del transporte en autobús y compra de materiales.
Cáritas
La directora de Cáritas Interparroquial, Pilar Illázquez, agradeció la predisposición de la Consejería de Educación a sufragar el desarrollo de las colonias urbanas, que permiten a niños de familias sin recursos, disfrutar de unas mini vacaciones de verano. "Este año tenemos 280 niños y 55 monitores -peninsulares y melillenses-, más los que preparan la merienda, el desayuno, y se encargan de la logística de las colonias, que son adultos comprometidos con la iglesia que vienen a trabajar con niños, en horario de 9 de la mañana a siete de la tarde", explicó Pilar Illázquez.
Señaló la directora de Cáritas que los menores que participan en las colonias pertenecen a las familias sin recurso a los que Cáritas atiende en sus distintos programas. En esta edición se desarrollan cuatro colonias: la de la Parroquia de San Agustín en el Centro Reina Sofía; la del Sagrado Corazón y San Francisco Javier en la Salle que acoge también a niños de Divina Infantita, Gota de Leche y Centro de Purísima; y la del Monte María Cristina, que se dividirán en dos grupos a lo largo de julio.
Según explicó, un día normal en la colonia se inicia a las nueve de la mañana, momento en el que llegan los niños al lugar de partida. Allí se les reparte el material que necesitarán en la actividad prevista en el día, y se les facilita el desayuno. Después se inician las actividades del día, como visitas culturales o recreativas, entre las que se incluyen el poder disfrutar de la playa o la piscina. La programación también incluye clases de refuerzo educativo. Este programa se desarrolla de lunes a sábados.
