Miguel Álvarez, entrenador del Villarreal B, comenzaba su comparecencia recalcando que había felicitado a sus jugadores, ya que, a su juicio, fueron “muy superiores hasta el gol de Menudo, pero, indudablemente, a raíz del 1-1 se trató de otro partido”.
En ese instante del choque, cree que “dislocamos nosotros el mismo con los cambios, rompimos la distribución en el campo a ver que se daba, porque si teníamos la suerte de lograr el 1-2 pues nos metíamos en la eliminatoria. Y tuvimos algunas ocasiones como un balón al larguero, pero es cierto que a partir del minuto 60 lo que sucedió lo provocamos nosotros y el Melilla comenzó a disponer de oportunidades para marcar”, aseguró.
Manuel Álvarez se acordó de lo acontecido hace justo una semana en tierras castellonenses. “No estuvimos a la altura y, aparte, en pequeñas cositas que ocurren durante un partido de fútbol el Melilla tuvo más suerte y la eliminatoria se resolvió por eso a su favor”. El técnico levantino considera que si sus jugadores hubieran estado a su nivel eran capaces de complicarle la vida a los azulinos. Pese a todo, se mostró “orgulloso” de todos ellos, aunque “triste a la vez por no pasar a la siguiente ronda”.
