Ciudadanos Melilla (Cs), que con su único escaño obtenido en las elecciones autonómicas es decisivo para conformar una mayoría en la Asamblea regional, afirmó ayer que mantiene el veto a los presidentes del PP y de Coalición por Melilla (CPM), Juan José Imbroda y Mustafa Aberchán, respectivamente. “Cs no va a hacer presidente con su voto ni a Imbroda ni a Mustafa Aberchán”, dejó claro a preguntas de los periodistas el coordinador territorial de Cs en Melilla y el único diputado electo de esta formación en la Asamblea, Eduardo de Castro, reiterando una idea que ha venido repitiendo su partido durante toda la campaña electoral.
De Castro confirmó que se ha reunido una vez con Imbroda, Aberchán y con la secretaria general del PSOE en Melilla, Gloria Rojas, encuentros que ha mantenido por separado. Tras estos contactos, el líder naranja cree que el presidente cepemista podría estar más dispuesto renunciar a ser presidente para propiciar el cambio, no así Imbroda.
El coordinador de Cs dejó claro que no ha pactado nada con nadie, ya que recordó que tanto PP, como PSOE y Cs son partidos nacionales y dependen todos de sus respectivas ejecutivas.
Asimismo, señaló que el único partido que puede en estos momentos tomar una decisión unilateral en Melilla es CPM al ser un partido local, si bien recalcó que su presidente y cabeza de lista, Mustafa Aberchán, fue condenado en el denominado caso voto por correo, lo que es incompatible con la exigencia de Cs de no pactar con imputados.
De Castro admitió que la sentencia contra Aberchán no es firme al estar recurrida, “pero va a serlo”, ya sea en la dirección de la absolución, que si ocurre “mejor para todos”, o en la de mantener la condena de prisión e inhabilitación, algo que el líder de Cs cree que va a ocurrir.
Por ello, apeló a la coherencia porque “si Cs dice que no a los imputados, no puede decir que sí a los sentenciados”, además de que la pena de inhabilitación contra Aberchán “no se puede conjugar” con formar parte de un Gobierno.
Tras mantener una reunión “pública” de 10 minutos con Aberchán hace unos días, tomando un café en el Hotel Tryp Melilla Puerto a la salida de una comisión, Eduardo de Castro dice tener la impresión de que el presidente de CPM “se está planteando” renunciar para hacer posible el pacto entre estos partidos y el PSOE.
En cambio, no cree lo mismo de Imbroda, cuyo veto es la otra “línea roja” de Cs Melilla. De todos modos, De Castro expresó su escasa confianza en el líder popular al señalar que “dice una cosa y luego hace otra”.
“Tampoco me fío mucho, pero en un principio no me dijo que se iba a ir”, apuntó De Castro sobre el encuentro que ambos mantuvieron hace justo una semana, el pasado martes a las 12.00 horas, en el que el líder de Cs reveló que Imbroda le ofreció pactar, siendo hasta ahora el único que le ha hecho un ofrecimiento al respecto.
En este sentido, De Castro apuntó que si en 2015 tenía razones para decir que no a la investidura de Imbroda, ahora, cuatro años después, tiene “muchísimas más razones para seguir diciendo que no”.
Regeneración
En cualquier caso, puntualizó que en este asunto no se trata de proximidad, porque dice llevarse bien con todo el mundo, ni tampoco de preferencias, aunque personalmente las tiene, “como cualquiera”, sino de llegar a acuerdos con aquellos que se ajusten al programa de ciudadanos, basado en la regeneración y un cambio en las políticas.
“Hacer políticas para la gente, no para determinada gente”, aclaró De Castro aludiendo a que ese objetivo de hacer nuevas políticas ya fue expresado el lunes por el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, que también marcó como un criterio “ineludible” para llegar a un acuerdo la anticorrupción y que “las instituciones vuelvan a su sitio, al servicio de los ciudadanos”.
De Castro pidió tranquilidad y paciencia, y reclamó respecto al recordar que ya ha terminado la campaña electoral y “no hace falta ensuciar la imagen de nadie ni decir cosas extrañas” respecto a él o su partido, puesto que Cs está dispuesto a hablar “con todo el mundo que haya que hablar”, excepto con Vox, con el que la formación naranja no se va a sentar ni a negociar.
Por lo tanto, el líder de Cs considera que ahora “toca esperar”, porque aunque habrá reuniones y conversaciones a lo largo de esta semana y la próxima, no será hasta el 15 de junio, día marcado en el calendario para la sesión constitutiva de la Asamblea, cuando “se abrirá el cajón de los truenos” y se diga todo.
De todos modos, insistió en que tanto él como Cs quieren “lo mejor para todos” y “cambiar las cosas” para que se haga “otra política”, ya que cree que los ciudadanos así lo han manifestado en las urnas dando a su partido el diputado decisivo para deshacer el empate a 12 escaños de los dos bloques.
Seriedad
“Estamos para tomar decisiones, decisiones que hagan más fácil la vida de los ciudadanos, para que esta ciudad se normalice y salga de la UVI donde está. Tenemos que acabar con los radicalismos de cualquier parte que venga, a eso no vamos a jugar”, insistió De Castro, convencido de que la gente lo que quiere es “normalidad” y “seriedad”, algo que desde Cs están dispuestos a dar.
“No hemos venido a contar chistes ni a gastar bromas. Venimos a ser serios y vamos a seguir siendo serios estos cuatro años”, afirmó De Castro. En este sentido, explicó que días atrás mantuvo una conversación de media hora con el secretario de Organización de Cs a nivel nacional, Fran Hervías, sobre los pros y los contras de cada uno de las dos alternativas que tiene la formación naranja.
Sobre esta cuestión, De Castro dijo que le entregó un informe “totalmente aséptico e imparcial” que ha hecho Cs Melilla sobre la situación que hay en la ciudad y que no ha sido consensuado, “sino hablado con gente que no está ni siquiera en el partido”.
Un informe que “no se decanta por nadie” y que tiene como objetivo que el partido a nivel nacional tenga información a la hora de tomar una decisión. “Parece que algo han leído porque en las declaraciones que hacen ya han dicho que con Vox no”, señaló Imbroda.
Entrar en el Gobierno a cambio del apoyo es “bastante previsible” para De Castro, que no será “títere de nadie”
De Castro lamentó que su partido haya perdido un diputado respecto a la legislatura que ya está terminando, momento en el que dio las gracias a su compañero de bancada, Luis Escobar, por su apoyo y trabajo, al tiempo que insistió en que frente a esta “mala noticia”, la buena es que Cs “es la llave de cualquier Gobierno”. Asimismo, consideró como algo “bastante previsible” que Cs forme parte del próximo Gobierno de Melilla al dar con su escaño el apoyo necesario, ya que aunque su partido ni él han venido “a coger ningún sillón”, tener responsabilidad de Gobierno es algo necesario si quieren hacer “política de verdad y en serio”.
“El cómo o el qué tipo de responsabilidad es lo que va a depender que cojamos o no ese, entre comillas, sillón”, aseveró De Castro que, preguntado sobre si se plantea la posibilidad de que él sea el presidente, respondió con una negativa “por el momento”. “Eso es adelantar mucho”, dijo al respecto el líder naranja, que en cualquier caso, dejó claro que no asumirá “consejerías títere” ni hará el papel de “títere de nadie”.
