Ayer se celebró un rezo en el hall del Centro Penitenciario para celebrar el final del Ramadán. El acto, dirigido por el Imán responsable de la asistencia religiosa musulmana, contó con la participación de 94 internos. Después se compartió un desayuno con té y pastas. Explica el centro que durante Ramadán se han cambiado los horarios de cena para que los internos que así lo solicitaran, pudieran cumplir con el ayuno. “La libertad religiosa y de culto es uno de los derechos fundamentales de la Constitución Española”, indican. La única limitación en su desarrollo es la necesaria para mantener el orden público protegido por la Ley. En la prisión se han acogido a este derecho cerca de doscientos reclusos. Mientras el resto de internos acudían a los comedores de sus módulos ellos permanecían en el patio y sólo accedían a la hora de cenar. A todos ellos se les sirvió en ese momento la ración correspondiente a las tres comidas del día. A excepción de las comidas, el resto de actividades las realizaron con normalidad: Quienes van a los cursos formativos siguieron haciéndolo y también los que desarrollan cualquier actividad educativa, deportiva o sociocultural.
