La asociación ecologista Guelaya ha anunciado que denunciará las podas “en defensa de la sombra que necesitan las personas en verano y de la biodiversidad”. A través de una nota de prensa, ha señalado que “durante una semana han pedido a la Consejería de Medio Ambiente que pare las podas, que se reiniciaron el 27 de mayo tras las elecciones, “por estar en periodo de reproducción de aves sin resultado”. Guelaya ha señalado además que apoya a la plataforma ciudadana “Rebelión por el Clima Melilla” y a los vecinos que se han opuesto esta semana a las podas en Cuatro Caminos, en la que “quedó demostrado que existe reproducción de aves en junio, con el vídeo de una mirlo hembra buscando su nido con pollos con la comida en el pico sin poder encontrarlo”.
Para la asociación ecologista melillense, el tratamiento del arbolado urbano no se puede regir en Melilla por un contrato mercantil con una empresa. “Hace falta un reglamento que defienda los intereses públicos y promueva la protección de la flora y fauna de Melilla” han indicado.
Para la organización que dirige Manuel Tapia, “no hay normativa en Melilla que regule lo que se puede hacer con los árboles. El contrato que la ciudad firmó con la empresa adjudicataria del mantenimiento y limpieza de las zonas verdes de Melilla no incluye la legislación del patrimonio natural y biodiversidad ni la legislación en defensa de los animales”.
Guelaya ha señalado que esta es la situación con la que se va a encontrar la persona que finalmente sea nombrada consejero de Medio Ambiente, o la que tenga en su consejería esas competencias. “Una plataforma ciudadana en contra de las podas y una asociación que tras intentar parar el despropósito de las podas no tiene más remedio que irse al juzgado de guardia” ha avisado Guelaya.
Asimismo, han recalcado que “no tiene ninguna justificación el trato que se les da al arbolado urbano de esta ciudad y que si en años anteriores hemos protestado, no tenemos más remedio que protestar otro año más”.
Emergencia climática
En este sentido, ha resaltado que “en una situación de emergencia climática evitar que los árboles refresquen el ambiente con sus sombras es lo contrario de adaptarse a la crisis climática. Por eso no se trata solo de la defensa de las aves, o de los mismos árboles, ya que no admitimos los argumentos del consejero de Medio Ambiente en funciones cuando nos dice que se trata de una poda “en marquesina”.
A juicio de Guelaya, la decisión de no podar en las fechas electorales bien podría ser una decisión técnica provocada por el artículo 75 de la ley 42/2007, de 13 de diciembre del patrimonio natural y la biodiversidad, que establece sanciones por la “perturbación, muerte, captura y retención intencionada de especies de aves en época de reproducción y crianza”.
Los ecologistas melillenses han afirmado que reanudar las podas el 27 de mayo, un día después de las elecciones “no tiene fundamento técnico ni científico. Ningún técnico en su sano juicio puede afirmar que las aves necesitan solo un mes como periodo de reproducción”.
