Parece increíble pero cierto que desde la desaparición del bipartidismo es nuestro país, las nuevas formaciones políticas son incapaces de unirse en torno a un programa común negociado para gobernar en coalición de una forma civilizada y asegurar así a la ciudadanía de que después de que ésta les haya dado el poder, los gobernantes no gobiernen durante su legislatura con pleno absolutismo. De hecho, los regímenes parlamentarios están pensados para eso, en contra de los presidencialistas, cuyos atributos democráticos yo siempre los he puesto en entredicho.
En España ahora vemos como nuestros políticos se posicionan en un marco determinado según sus estrategias y conveniencias para llegar al poder en el futuro. De esta forma, por su negativa a negociar, la ciudadanía tiene irremediablemente que votar lo que ellos quieren, lo que sus números suman…Lo que ellos consideran el «voto útil»…Habrá algo más estúpido y repugnante en democracia que nominar un voto «inútil».
- Señores, la ciudadanía vota cada cuatro años y no hay que repetir elecciones cuando a ustedes les venga en gana. Todos los números dan y son útiles e indicativos de por donde deben de ir los pactos post-electorales. Antes de las elecciones no se puede decir -Yo con éste partido no gobierno-: Eso es una memez, un criterio de niño pequeño…»-Yo con Pepito no juego». Usted tiene «obligatoriamente» que pactar o al menos intentarlo utilizando toda su capacidad con quien el pueblo le ha asignado que pacte y si no dimita o no se meta en política…No pasa nada; Yo lo he hecho y llevo cincuenta años vivo.
La ciudadanía ha hablado claro como siempre. Quiere reafirmar el pacto PSOE-CIUDADANOS obtenido en las pasadas elecciones; ni quiero, ni me importa saber si fue en las primeras o en las segundas, ya que no le presto atención a estos espectáculos circenses. Este fue, tal y como dijo el líder socialista, Pedro Sánchez, un pacto histórico, en el que desde mi perspectiva, ambos partidos deberían gobernar. Y lo veo así, no porque yo me lo invente, sino porque eso es lo que ha votado el pueblo español, mi pueblo,, a todas luces.
Y aquí más que en levantar el país, que falta le hace, pensamos en dar sor-pasos, en si un líder político ha cenado con otro en no sé dónde o en si la casa de Pablo Iglesias es más grande o menos que la de Rivera…Esa prensa rosa adaptada a la política moderna que deja a la ciudadanía en la más completa indefensión y abismo…Cordón Sanitario: ¿Eso qué es?…¿Todos contra uno? Me recuerda a los críos en el patio de un colegio.
Demasiada juventud, demasiada ansia de protagonismo y postureo y lo peor de todo, demasiada ansia de poder. Aunque no coincido en las ideas políticas de mi amigo Valle Inclán, cada día le recuerdo más cuando me siento a solas en el paseo marítimo de Melilla con mi tónica en la mano…En este país parece que la única realidad es un «esperpento» inimitable.
