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De Castro afirma que Cs sabía lo que iba a hacer “desde el primer día”, pero no aclara si tenía el visto bueno

De Castro argumentó que, en cualquier caso, “no se podía formar de otra manera el gobierno” porque “el PP ya había pactado con Vox”
(Autor: Guerrero)

El nuevo presidente de la ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro (Cs), aseguró ayer que la dirección nacional de su partido “sabía desde el primer día” que su decisión era pactar con Coalición por Melilla (CPM) y PSOE, aunque no desveló si tenía el visto bueno para ello. “Eso se lo tiene que preguntar a mi partido”, respondió De Castro cuando, en su primera declaración a los periodistas tras ser proclamado presidente de Melilla, se le preguntó si contaba con el visto bueno de Cs a nivel nacional para dar el paso que dio ayer, y por el que su antecesor, el popular Juan José Imbroda, le llamó ayer “tránsfuga”.

De Castro defendió que él explicó “absolutamente todo” a los responsables nacionales de su partido cuando estuvieron hablando “hasta el viernes a última hora”, por lo que “ellos tienen que tomar una decisión”.
“Yo dije lo que iba a hacer desde el primer día, no les ha pillado de sorpresa”, aseveró De Castro, que admitió a los responsables de su partido que si está ahí es por su pertenencia a Cs, formación en la que entró “por convicción” y porque cree en sus principios.
Por ello, señaló que “a pesar de los pesares”, hará “las políticas de Cs”, que son políticas de centro, de cambio, anticorrupción, contra el clientelismo y el enchufismo, para intentar que lo que impere en Melilla sea el mérito de cada uno y no “ser amigo de”.
Además, se justificó diciendo que no hace otra cosa que cumplir los mandatos de Cs, y argumentó que, en cualquier caso, “no se podía formar de otra manera el gobierno” porque Cs ordenó que no podía entrar en ejecutivos con Vox “y ya se había visto que había pactado con el PP”.
De Castro defendió que cumplió “las dos líneas rojas” que marcó de no hacer presidente ni al líder del PP, Juan José Imbroda, para posibilitar una regeneración tras 19 años al frente de la Ciudad Autónoma, ni tampoco al presidente de CPM, Mustafa Aberchán, por su condena de dos años en el caso voto por correo.
Por lo tanto, insistió en que no ha mentido y que ha cumplido su palabra: “A pesar de lo que sea, de las dificultades y del desgaste personal político, primero están los principios de Eduardo De Castro y luego está todo los demás. Yo jamás voy a renunciar a esos principios”, aseveró.

Rojas, vicepresidenta
De Castro anunció que va a proponer a la secretaria general del PSOE, Gloria Rojas, como vicepresidenta de su Gobierno por su “valentía” y por haberle apoyado, ya que “podía ser la presidenta” con tres escaños más que Cs y, sin embargo, ha respaldado su candidatura “sin nada a cambio”, al igual que el cepemista Mustafa Aberchán. Ello, a pesar de que éste sabía que él no iba a apoyarle si se presentaba.
“Querían un hombre un poco imparcial y que no estuviera en ningún bloque y yo, respetando esa decisión de CPM y de Rojas, he actuado”, explicó De Castro, que reiteró que él está en el centro y va a seguir estando ahí “a pesar de lo que pase mañana”.
Asimismo, señaló que en las conversaciones entre los tres partidos, no han hablado siquiera de la conformación del Gobierno, algo que intentarán a hacer a partir del lunes “sin falta” para “empezar a diseñar el futuro de Melilla”, aunque apuntó que “posiblemente” formará parte del Ejecutivo personas que no sean diputados de la Asamblea.
Afirmó que en su gobierno “tiene que haber, sobre todo, gente imparcial y técnicos”, aunque “lo lógico es consultarlo”, si bien dijo que las primeras reuniones no iban a lugar ayer, porque está “reventado”, aunque su idea era hablar brevemente con Rojas minutos después.

“No he engañado”
De Castro dejó claro, además, que nadie puede decir que él haya engañado a Imbroda en la reunión que ambos mantuvieron en el despacho de Presidencia el pasado jueves.
“Incluso le pedí bastante menos de lo que me pedían que le pidiera, y me quedo ahí. No le pedí ningún cargo”, indicó De Castro, que cree que Imbroda tendrá que explicar por qué no renunció a su acta de diputado antes de la constitución de la Asamblea, ya que “el PP le pidió que se apartara”, pero él ya sabía que no ocurriría porque Imbroda “va por libre”.
“Comprendo que él no quisiera y yo tenía que cumplir mi palabra y se lo dije”, apuntó al recordar que la renuncia era también un mandato de Cs, algo que Imbroda desmintió posteriormente.
De Castro consideró “muy triste” la manera en que el PP había salido de la sesión constitutiva de la Asamblea y defendió que no se le puede llamar traidor porque él representa los votos no solo de Cs, sino también los de CPM y PSOE, que le han dado su apoyo para elegirlo como presidente de la Ciudad Autónoma. Además, opinó que “no se puede hablar de traición” porque él no es del PP.
“Lo que no hay que traicionar nunca es a este Pueblo, a esta ciudad, el que traiciona esta ciudad es el que está en historias de corrupción, es el que no sabe perder”, afirmó De Castro, que avanzó que no va a perder la oportunidad de hacer el papel que se le ha encomendado, para el que admitió que necesitará la ayuda de los demás partidos, los agentes sociales “y el resto de ciudadanos”.

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Redacción

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