El secretario general del PP, Miguel Marín, consideró ayer que el coordinador territorial de Cs y recién designado presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, “es un inmoral” y “no tiene la más mínima legitimidad para estar ni un minuto de presidente” por haber “pactado con condenados a la cárcel, reos de la justicia y personas con antecedentes penales” pese a que en la anterior legislatura “se convirtió en Torquemada persiguiendo a miembros del PP y exigiéndoles la dimisión por haber recibido una denuncia, en su inmensa mayoría fabricadas políticamente”. Marín, que ejercerá en esta nueva legislatura como líder de la oposición en la Asamblea tras la renuncia de Juan José Imbroda a su acta de diputado, consideró que De Castro “ha preferido el sillón al bienestar y el futuro cierto de Melilla”, ya que en una conversación que tuvo con él hace un año, afirma que el líder naranja le demostró que “no desconoce lo que supone y es capaz de hacer Aberchán”, presidente de Coalición por Melilla (CPM).
Este partido apoyó a De Castro con sus 8 votos, que se sumaron a los 4 del PSOE y el del propio candidato de Cs, con un diputado. Con esta situación, Marín aseveró que Aberchán “es el que va a gobernar la ciudad”, pero se mostró especialmente crítico con el hecho de que el líder naranja no ponga reparos a los problemas que han tenido con la Justicia algunas de las personas en las que se ha apoyado para alcanzar la Presidencia, e incluso haya contribuido a designar a una de ellas para el segundo cargo en importancia en la Asamblea.
Así, recordó que Aberchán tiene una condena de prisión de dos años, mientras que Dunia Almansouri, nombrada vicepresidenta primera de la Asamblea, “es una persona condenada y tiene antecedentes penales” y, pese a ello, De Castro “escribió de su puño y letra” su voto para la cepemista en virtud de su acuerdo con CPM y PSOE.
Esa ha sido, según Marín, “la guinda al cúmulo de despropósitos” que, a su juicio, han llevado a De Castro a demostrar que “es una persona sin escrúpulos, indigna y que no merece ser presidente de Melilla”.
“Se presentó a las elecciones disfrazado como adalid de la regeneración y la pulcritud política”, criticó el número dos del PP, que también recordó a De Castro que “ha pactado con Gloria Rojas, cuyo número 10 fue detenido por tráfico de inmigrantes”.
Además, cree que “ha dinamitado sus principios, porque no tenía ningunos”, por “pactar con dos partidos que tienen 18 condenados en sus filas por comprar votos por correo, torcer la voluntad de un pueblo y falsificar documentos públicos”.
“Avisamos de que el voto a Cs era para CPM”
Por ello, Marín consideró demostrado que el PP no mentía cuando en la campaña electoral avisó a los melillenses de que si votaban a Cs, en realidad estarían votando a Aberchán. “Ha engañado a los melillenses diciendo que estábamos metiendo miedo a la sociedad y que era mentira. Vemos que ya estaba preparando la farsa antes de las elecciones”, afirmó Marín.
De este modo, ahondó en su teoría de que De Castro cometió “un fraude” por presentarse como candidato a la Presidencia con un solo diputado, cuando a su juicio, lo que debería haber hecho es dimitir como líder de Cs “ante un resultado desastroso en las elecciones”, si bien “hizo todo lo contrario” porque “es un auténtico jeta”.
Y aunque admitió que era legal que De Castro se presentara, consideró que su decisión no tenía legitimidad por no ir acompañada de “las mínimas dosis de moral y ética”.
“Ha vendido su alma al diablo”
Marín dijo que lo que más preocupa al PP y a todos melillenses es que De Castro “ha vendido su alma al diablo” y “le va a dar gobernabilidad de la ciudad a un partido étnico religioso” como CPM, que “defiende un modelo de sociedad que está en las antípodas” del que defiende el PP, y que es el que existe “en cualquier ciudad o país occidental”.
“Estoy convencido de que sus electores no le van a personar que se haya vendido a Aberchán, un líder que va por las mezquitas diciendo que tienen que votar al hermano musulmán, que su número 5 duda de los años de españolidad de Melilla y llama mercenario a Estopiñán, y su número 6 iba gritando en la periferia que no se votara a los cristianos”, incidió Marín.
Por último, aseguró que el PP será un partido sólido y fuerte y trabajará por el futuro de Melilla para evitar escolarizaciones o empadronamientos “ilegales”. “Si antes era necesario el PP, hoy mucho más para dar certidumbre al futuro de la ciudad”, concluyó.
