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Cáritas afirma que el endurecimiento del reglamento de Bienestar Social “deja fuera” a personas vulnerables

El vicario, custodiado por Fernando Moreno y Pilaz Illázquez, entre otros responsables
(Autor: Guerrero)

En su informe de 2018, Cáritas Interparroquial en Melilla afirma que el endurecimiento del Reglamento de Bienestar Social, que eleva a cinco años los años de empadronamiento para acceder a las ayudas sociales, “deja fuera” a numerosas personas en situación de vulnerabilidad. La memoria indica también que el pasado año se atendieron en los distintos programas de la entidad, a 4.268 personas, cifra ligeramente inferior en comparación al ejercicio anterior, pero también confirman una cronificación de la pobreza en las familias atendidas. En la presentación de la memoria intervinieron, entre otros, el vicario episcopal Eduardo Resa, el diácono Fernando Moreno y la directora de Cáritas en Melilla, Pilar Illázquez. Entrando en materia, Fernando Moreno detalló que, a través de los servicios de acogida, ayuda directa y acompañamiento, las distintas Cáritas melillenses proporcionaron ayuda directa a 774 personas y se beneficiaron 1.811 personas.

Perfil
En cuanto al perfil de estos usuarios, el 71% (551 personas) eran inmigrantes y el 80% (625) eran mujeres. El 24,4% llevaba más de tres años acudiendo a Cáritas, el 11% había acudido por primera y sólo el 2,2% ha mejorado su situación durante el año.

Se constata que las personas que más acuden a la ayuda de Cáritas son mujeres inmigrantes con familia a su cargo. Pero también observan que “las situaciones de pobreza y exclusión tienden a hacerse crónicas en las personas que las padecen, siendo más difícil romper el llamado círculo vicioso de la pobreza”.

En relación a los principales problemas detectados a través de los servicios de Cáritas, destacan que el 76% de estas personas presenta dificultad permanente o puntual de acceso a las necesidades básicas; que el 62% se encuentra sin prestaciones sociales o cuentan con una prestación social insuficiente; el 46% carece de una formación básica, tienen dificultad para acceder a cursos de formación o necesita apoyo escolar; y el 39% se encuentra en situación de paro de larga duración, empleo inestable o precario.

Los portavoces de Cáritas destacaron dentro de los problemas detectados, “la desprotección social que en muchos casos” han encontrado. Además, observan “cómo el endurecimiento de los criterios de acceso al sistema de protección social, que debe ser garante del colectivo más débil, ha dejado fuera a muchas personas en situación de gran vulnerabilidad”, y, además, recogen que las prestaciones sociales “son insuficientes para cubrir las necesidades de las familias”.

Este endurecimiento hace referencia a que el nuevo Reglamento de Bienestar Social fija en cinco años de residencia en Melilla el periodo mínimo para solicitar una ayuda social. La consecuencia, según Cáritas, es que la falta de recursos “contribuye a la cronificación de la pobreza y al aumento de la brecha de desigualdad”.

Por parte de Cáritas, para dar respuesta a estos problemas, se han destinado 304.803 euros a ayudas directas. Además, a todas las personas se les ofrece, como primera respuesta, acogida, escucha y orientación silo precisa. Asimismo, las principales respuestas se han centrado den ayudas a alimentación, gastos sanitarios, pagos relacionados con la vivienda, ropa, gestión y trámites, pagos de suministros y equipamientos para el hogar, y apoyo para la búsqueda de empleo.

Intervención social
Por su parte Pilar Illázquez comentó que tanto en Cáritas Parroquiales como en Cáritas Interparroquial de Melilla, se han llevado a cabo programas y proyectos de intervención social destinados a distintos grupos de personas: niños y jóvenes, mujeres e inmigrantes. En ellos han participado 3.494 personas. En el programa de alfabetización han participado 25 mujeres; en las colonias urbanas, 200 niños y 62 voluntarios; y en el Ciber Espacio, 3.269 personas. Estos dos últimos programas se desarrollan mediante convenio con la Ciudad Autónoma.

Además, con aportación de la Consejería de Bienestar Social se desarrollan dos programas: el de erradicación de la pobreza en el que se han atendido a 120 familias con un presupuesto de 55.000 euros enfocado a actuaciones de apoyo en áreas de salud, trabajo, educación, salud, economía doméstica y socialización; y el programa de intervención social, que acoge a 78 familias y cuenta con un presupuesto de 240.000 euros, para el pago total o parcial del alquiler de familias sin recursos.

Por otra parte, Cáritas Melilla destina el 10% de sus recursos al apoyo de Cáritas del Tercer Mundo. La memoria recoge, igualmente, que se han organizado dos cursos de formación, y se han desarrollado campañas de sensibilización con Cáritas España.

Preocupaciones
En el balance, Illázquez reiteró la preocupación de la institución que dirige por aquellas personas que han quedado fuera de las prestaciones sociales por el endurecimiento de los requisitos; una preocupación que hacen extensible a la situación de los menores de la calle y de los migrantes que llegan a la ciudad.
“Desde Cáritas Melilla queremos seguir animando a toda la comunidad cristiana y a la sociedad en general a crecer en sensibilidad, solidaridad y justicia para la construcción de un mundo mejor, donde las personas más vulnerables sean puestas en el centro. De igual modo, invitamos a todos a crecer en la capacidad de compartir los bienes para hacer posible la transformación de un mundo cuyo centro sean las personas y no el mercado”, indicó.

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Jesús Andújar

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