De verdad, estoy cansado de escuchar decir a algunos ciudadanos eso de que "Melilla está muerta” y cada vez que lo oigo me viene a la memoria un amigo, un melillense de pura cepa que ya no está entre nosotros, Amalio Jiménez Segura, que su corazón aceleraba su ritmo al pronunciar el nombre de Melilla de tanto como la quería. Un hombre que fue concejal del Ayuntamiento melillense e hizo, dentro de sus posibilidades, cuanto pudo y más, por quienes lo necesitaban y por su ciudad.
Ya con la situación un poco alterada políticamente, con la aparición de tantos partidos por lo de la Democracia, me dijo tomando un café en el "California" que inauguró Carlos en la Avenida: Paco, siempre he dicho y lo sigo pensando que “Melilla será los melillenses quieran”. Y hoy, como está el panorama político (hecho una mierda), que no hay quien se aclare para que Melilla navegue con buen rumbo y numerosos problemas como todos conocemos (¿para qué los voy a reseñar?, necesitaría dos páginas… así está la Melilla que tanto quería, como los melillenses de buena cuna y fe queremos igualmente.
No, Melilla no está muerta, los que estamos muertos somos los melillenses que pasamos de todo, los conformistas; acomodados a verlas venir para que nos lo hagan todo y así nos lució el pelo en los últimos comicios electorales, en que ninguno de los partidos que podían coger el buen rumbo de este barco llamado Melilla, la llevara al puerto que necesita para volver a lo que siempre ha sido, una ciudad envidia de la mejor convivencia a nivel nacional entre esas culturas que siempre se han entendido y respetado y yo, que nací aquí hace NOVENTA Y UN AÑOS PUEDO DAR FE DE ELLO POR LOS MELILLENSES DE TODAS LAS RELIGIONES QUE ME HONRAN CON SU AMISTAD.
Pues entre todos hemos de luchar y trabajar lo que sea necesario para demostrar a quienes dicen que Melilla está muerta, es una pura mentira. Puede y es cierto, que el centro de la ciudad no se vea tan ambientado como hace algunos años. Pero hay que considerar que la gente acude a otros lugares que consideren de mejor expansión, divertimento. Por el comercio, etc., etc., etc. Pero Melilla, insisto, no está muerta, eso quisieran donde todos sabemos para, poco a poco ir hincándole el diente. Y esto sí que sería, por culpa de nosotros los melillenses de pura cepa. Tan españoles como puedan los más de nuestra nación verdaderamente lamentable.
