Javier Blanco se despidió ayer lunes en las redes sociales de la U.D. Melilla, donde ha ejercido como jefe de prensa druante tres años, función que ha desempeñado con gran profesionalidad y facilitando el trabajo a los los medios de comunicación de la Ciudad. El periodista malagueño se despide muy agradecido al club melillense, donde se encontraba muy a gusto, aunque ha decidido cambiar de aires para emprender importantes retos profesionales, por lo que desde MELILLA HOY le deseamos mucha suerte en su nuevo cometido, al tiempo que le agradecemos sus atenciones y la facilidad que siempre nos ha dispensado para desempeñar nuestro trabajo. Gracias Javi por tanto. Javier Blanco se despidió ayer de la U.D. Melilla, de la afición y de los medios de comunicación del siguiente modo: “Como muchos sabréis, he decidido poner fin a mi etapa como jefe de prensa de la U.D. Melilla. Llega el momento, por tanto, de dar las gracias con la boca llena. Ha sido un verdadero orgullo ser parte de un enorme club que llevaré siempre muy dentro de mi.
Gracias por haberme dejado vivir momentos únicos. La alegría y la tristeza; la gloria y la derrota; la desesperanza y la ilusión. Del análisis y estudio de estos sentimientos, cargados de intensidad en el contexto interno del vestuario de un equipo de fútbol, se aprende muchísimo.
Gracias a futbolistas y técnicos por confiar tanto en mí. Me hacíais sentirme partícipe de vuestros éxitos, y eso para mí era el mayor halago. Porque secretamente os admiraba. Porque el gen de este equipo es llegar al cielo desde el trabajo y el esfuerzo.
Sería tremendamente descortés saludar a unos y a otros no, pero me acordaré de todos para siempre, seguro. De todos aprendí y a todos escuché, intentando ofrecerles mi apoyo (obvia decir que me tendrán para lo sucesivo). A los de mi círculo más íntimo no dejaré de verlos.
Grandísimos profesionales, mejores personas. De la risa al llanto he vivido momentos impagables con ellos, y sólo me queda desearles lo mejor, lo mismo que al club, que no merece estar en otro sitio que no sea la Segunda División. Nos toca.
También he de hacer una mención especial a la directiva, y especialmente a Luisma Rincón Pérez y Dupi, que apostaron por este humilde periodista cuando apenas tenía experiencia y era mucho más complicado confiar en él. Lo recordaré siempre, perseverad en vuestro trabajo.
De entre los directivos, lo de Don Juan Molina García va aparte. No conocí una persona igual de íntegra, trabajadora y honesta que este señor. Se merece un artículo que pronto escribiré, así que no voy a malgastar mis palabras en un tuit de 280 caracteres. Mi Papá Putativo.
Gracias también a todos ellos, incluyendo a Nesin, por aguantarme y quererme durante este tiempo, sé que no ha sido fácil. Mis niñas, mi gurú Halee, Javi y Farid (de los que aprendí muchísimo), Moha, Álex, Carlos, Boli, Agus… ¡si es que voy a echar de menos hasta al Migüe!
A Luis Miguel Carrión lo voy a seguir, y mucho, este año. He gozado muchísimo viendo cuánto sabe de fútbol, cómo gestiona un vestuario, y quiero verle demostrar también que, con una oportunidad, va a llegar muy arriba. Gracias también por todos los momentos vividos.
Más que agradecer, he de pedir perdón a mi apoyo más importante, Cristina Tallón, por comerse la pobre la mayor parte de mis frustraciones y desvelos. Ha hecho un máster en la volatibilidad anímica del mundillo del deporte, y le agradezco su gran paciencia. Gracias por estar siempre.
A mis compañeros de los medios, gracias a todos por ponérmelo fácil. Ha sido un placer contar a vuestro lado todo lo que pasaba en nuestro querido club.
Quiero dejar de daros la chapa, pero sé que me dejo gente (mis amigos de Melilla, mi cuadrilla de El Faro…). Aún así, ellos saben de sobra que no me hace falta ponerles un tuit para demostrarles mi cariño.
Por último, gracias a la afición. Gracias por engancharos. Todas mis horas de curro por estos últimos partidos. Me pusisteis los pelos de punta. Grada UDM. sois los mejores, ¿qué os voy a decir? Si te gusta el fútbol, lo que vives con el equipo de tu tierra no lo vives con nadie.
Ahora que no estoy dentro puedo hablar con más libertad: vergüenza me daba ver el curro que nos pegábamos año tras año en el club para ver las gradas vacías. La U.D. Melilla es de Melilla, y Melilla entera ha de estar con su equipo. Pase lo que pase.
Con respecto a posibles dudas, os aseguro algo: no existe una organización en la Ciudad Autónoma que genere este impacto mediático, que promocione tan bien el nombre de Melilla y que ejerza de aglutinante social como la U.D. Melilla. No es subvención en este caso, sino inversión.
Me despido, por tanto, aunque aún estaré viviendo algunos meses en Melilla. Quien quiera buscarme sabe dónde estoy. Me reitero, ha sido un auténtico placer crecer paralelamente al club, y sólo espero verlo donde se merece”.
