El Real Club Marítimo de Melilla continúa con la tradición y en las últimas semanas ha venido organizando una nueva edición del Trofeo Virgen del Carmen. Un año en el que han tomado parte en estas regatas más de una treintena de regatistas de vela ligera y tabla, además de cinco tripulaciones de crucero, que mañana martes recibirán sus trofeos y galardones a los mejor clasificados en cada clase. Las primeras pruebas en celebrarse fueron las relativas a Optimist y Láser 4.7. Carla Martínez (Optimist) y Miguel Dueñas (Láser 4.7) fueron los campeones en sus respectivas clases.
Carla Martínez dominó claramente la flota, con un primer puesto en todas las mangas disputadas. Su triunfo no dejó lugar a dudas. Por su parte, la segunda posición sí estuvo más reñida. Finalmente, Yasin Boudihi se alzó con el subcampeonato, superando a Carlos Cervilla, que fue tercero.
El segundo puesto en Láser 4.7 centró toda la atención en la clase, después de que Miguel Dueñas se alzara con el triunfo final sin mayores problemas. Por su parte, María Montesinos y Salma Boudihi empataron a puntos en la segunda posición, pero el primer puesto de Montesinos en la última manga le otorgó el subcampeonato.
Azul Sánchez, en Techno 293, revalidó el título conseguido el año pasado, aunque en esta ocasión hasta las dos últimas mangas no pudo concretar su triunfo. El subcampeonato para fue Elena Paya, que no logró recuperar en la segunda jornada de competición los dos puntos en contra de la primera. Mientras, en la búsqueda del tercer puesto, Yolanda Padilla consiguió en las dos últimas pruebas romper a su favor el empate técnico que mantenía con Emma Martinez, que finalmente fue cuarta.
Regata de Cruceros
La prueba para cruceros contó con la participación de cinco tripulaciones, que realizaron un recorrido del tipo barlovento-sotavento, con dos ceñidas y dos popas.
El triunfo en tiempo compensado fue para el Victoria V, de Vicente de Juan, seguido por el Olivita, de Pancho Cobreros, que entró primero en real, mientras que el tercer puesto se lo adjudicó el Spa Primero, de Carlos Díaz.
