El Ministerio del Interior ha iniciado las pruebas para poner en marcha la denominada frontera inteligente en los pasos fronterizos entre España y Marruecos en Melilla. En una nota de prensa, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, ha explicado que estas pruebas tienen lugar tras la instalación de las cámaras de reconocimiento facial de la frontera, la fibra óptica y el software. El sistema de reconocimiento facial, que se encuentra en fase de prueba y ajuste, servirá para mejorar la seguridad y fluidez en los pasos fronterizos de Melilla con Marruecos.
Esta fase, que cuenta con una inversión de 950.000 euros de los cuales el 75% ha sido financiado por los Fondos Europeos de Seguridad Interior, servirá, cuando esté totalmente operativa, para conocer el número exacto de entradas y salidas por los pasos fronterizos e incluso el número de rotaciones de una misma persona.
El miércoles, técnicos de la Subdirección General de Sistemas de Información y Comunicaciones para la Seguridad de la Secretaría de Estado de Seguridad se trasladaron hasta Melilla para la supervisión de la puesta en marcha del software.
“Se trata de un sistema evolutivo, el programa que está basado en inteligencia artificial, va aprendiendo, y permitirá la implementación de otros sistemas”, ha explicado Moh, que ha dejado claro que este sistema respeta los derechos fundamentales y la nueva Ley de Protección de Datos.
La instalación y puesta en marcha de estas cámaras de reconocimiento facial es la primera fase de “un proyecto mucho más ambicioso”.
Según Moh, ya se está trabajando en el pliego de licitación para extender este sistema en el puerto y aeropuerto y pueda ser una realidad el próximo año.
El pasado mes de marzo, el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, con motivo de su visita de trabajo a Melilla, anunció que la ciudad contaría con una frontera más segura a partir de medios tecnológicos más avanzados.
Además del sistema de reconocimiento facial y de la mejora de los sistemas de circuito cerrado de televisión, anunció obras de refuerzo de la seguridad del perímetro fronterizo, añadiendo nuevas barreras físicas que garanticen la seguridad de forma no cruenta y que impidan trepar, reduciendo el riesgo de caídas y otro tipo de heridas.
