…Quien me iba a decir que llegaría a envejecer junto a los míos
Hoy 25 de Julio, día de Santiago Apóstol, es un gran e inolvidable día para mi, y todos mis seres queridos, cada año, me gusta publicar y recordar el por qué sigue siendo tan importante ese día en mi vida.
Cuando me doy cuenta de que ya no soy tan joven y que mi reloj biológico marca más que mi espíritu joven y ganas de vivir, me vuelvo loca de alegría. El temor a la muerte la tengo más cercana por ley natural, ahora. ¡Pero pensar en los 24 años que me ha regalado la vida después de haber padecido y superado una grave enfermedad llamada CÁNCER, eso no tiene precio!
Mi vida cotidiana es de una elevada actividad. Ejercito mi memoria, leyendo temas cotidianos, escribiendo lo que me viene a la memoria desde mi ordenador porque me ayuda a adquirir otros conocimientos, las horas las completo pintando, cosiendo, haciendo voluntariado, etc.… Intento estar al día de la actualidad, creo que es un buen signo de juventud, de alegría por querer seguir viviendo.
Me encanta relacionarme con la gente, aunque a veces mis hijos me reprochan que me paro con todo el mundo, … pero yo soy así, y no voy a cambiar a estas alturas de mi vida. El hablar con los amigos de mis hijos de diferentes edades. El tener una actitud positiva es una garantía de afrontar la vida cada día con alegría. Yo misma me sorprendo de lo bien que me siento cuando le doy una palabra de aliento a cualquier persona, me sirve de terapia escuchar los problemas e inquietudes de los demás y poder decirles a las personas que están pasando por esta enfermedad, que somos muchos más los que salimos adelante, a lo que se marchan de nuestro lado.
Los supervivientes de cáncer tenemos nuestros temores e inquietudes ante el futuro, pensamos que nuestros familiares y amigos no, nos comprenden realmente al no haber pasado por esta grave enfermedad, por eso es muy bueno anotar nuestras inquietudes ante un futuro en un diario, es una forma de mantener nuestra mente siempre ocupada. Es una forma de hacer terapia así mismo.
Mi consejo para este tipo de supervivientes es que pidan ayuda psicológica. La mayoría de las veces se consigue superar esos miedos. La lucha contra el cáncer tiene un prometedor futuro, gracias al avance de la investigación y los tratamientos personalizados, a lo que los expertos llaman “MEDICINA DE PRECISIÓN “
Para mi el ser una superviviente de cáncer, es un premio, pero es bien cierto que por las secuelas del éxito se paga un alto precio. Así y todo, y gracias a la investigación (repito) en la actualidad podemos decir que aproximadamente un 80% de los pacientes nos curamos, pero también hay que seguir luchando para que los investigadores puedan evitar ese tipo de secuelas que a muchos nos quedan.
Por todo esto y mucho más…
Aprendí que la vida es dura, pero que yo lo soy mucho más.
Aprendí a no tener pensamientos negativos, aunque a veces no lo consigo.
Aprendí que quien siembra rencor, recoge odio.
Aprendí a saber que cuando estás en la cima, que después hay que bajarla con humildad.
Aprendí que es mejor dar consejos en circunstancias especiales y solo cuando te lo piden.
Aprendí a utilizar palabras sin dañar a nadie, porque mañana podría tener que tragármelas.
Por todo esto y mucho más, hay que aprender a, aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida, porque si la dejas escapar, otros vendrán y te la arrebatarán.
Por eso ésta superviviente de cáncer escribe estás palabras de aliento y esperanza para que sirvan de ánimo a todos los que estáis pasando por una delicada salud.
¡Por un sí a la vida contra el cáncer!
