La Unión Sindical de Trabajadores de Melilla (USTM) quiso agradecer públicamente a la Ciudad Autónoma la dotación de mesas y sillas para las instalaciones de los vigilantes de seguridad que ha puesto en el Centro de acogida de menores extranjeros de La Purísima. La Ciudad ha atendido la petición que se realizó hace unos meses -con Daniel Ventura como consejero de Bienestar Social- en la que USTM ponía de relieve algunas carencias que sufre el servicio de seguridad privada en esas instalaciones, entre ellas, “el deterioro del mobiliario de las dos zonas de vigilancia que era prácticamente tercermundista”. Miguel Ángel Robles, secretario general de USTM, explicó que “todo lo que sea mejorar es de agradecer, y por ello queremos agradecer públicamente que se tengan en cuenta las reivindicaciones que realizamos a la Ciudad”.
No obstante, Robles expuso que “esta es una declaración de intenciones, pero verdaderamente las carencias que tienen los vigilantes de seguridad en las instalaciones de la Ciudad Autónoma son muy grandes y esperamos poder ir resolviéndolas poco a poco”.
En cuanto a dichas carencias, cabe destacar que, por ejemplo, esos mismo vigilantes de seguridad de La Purísima ni siquiera cuentan con aseo propio, y tienen que realizar sus necesidades en los aseos de los menores, algo que, “además de incómodo, no se ajusta a la legalidad de Seguridad y salud en el trabajo”, comentó el secretario general.
Además, señaló que hay otras instalaciones en las que los vigilantes “no cuentan ni con un sitio para resguardarse, como ocurre en Plaza de Armas, en la que los vigilantes están ubicados en el aseo de caballeros, siempre y cuando no esté siendo usado, porque cuando hay concierto o es temporada de verano en la que el bar está abierto, tampoco pueden usar el aseo”. “Esto supone que no tienen ni siquiera un espacio para dejar sus objetos personales”, dijo.
Robles señaló que “con el Gobierno anterior se aprobó la instalación de una caseta de madera con toma de luz en Plaza de Armas. La caseta está ubicada en el Museo Militar y meses después sigue ahí sin que nadie haya hecho nada, cuando con la simple instalación de esa caseta se resolverían muchos problemas”.
Otro de los ejemplos es el Parque Hernández, donde se cuenta con vigilancia las 24 horas del día. Los efectivos de seguridad solo tienen acceso a los aseos en horario de apertura a los viandantes. Una vez que se cierran al público, se quedan sin aseos en los tramos que van desde las 20:30 horas a las 10:30 de la mañana y de las 13:30 a las 17:00 horas.
Según Robles, “USTM solicitará que se haga un aseo anexo a la caseta de seguridad, ya que además de que son muchas horas en las que no tienen aseos, cuando los tienen son los mismos que al público, y los trabajadores que están ahí 24 horas deberían tener aseos propios”.
