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La columna de Salido

Años 50/60 y el calzón corto

Hoy 24 San Juan, prefiero recordar hechos y cosas gratificantes de aquellos años, y me consta que a los amigos y melillenses en general de aquella época les gusta más que, ir enterándonos de noticias, feas, sucias, desagradables, malolientes, bochornosas e incluso declaraciones y hechos políticos para tirar de la cadena, como: las declaraciones de ese elemento de VOX en Andalucía (Paquito Serrano), sobre la sentencia referente a la manada (de cafres, chulos e impresentables), y vaya ese otro del mismo partido ¡Menudo bestia! ,lo que ha soltado a la Ministra Delgado, aunque luego haya querido “endulzarlo”. Todo el tinglado electoral y toma de posesión del nuevo Presidente de la CAM y la ausencia de los malos perdedores que han mandado durante 20 años, el apedreamiento a unos servidores públicos, los bomberos de Melilla por el Rastro como consecuencia de la quema de contenedores de unos vándalos asquerosos y cobardes. Aquí lo dejo porque me da nauseas hablar de estos mamarrachos (los unos y los otros).

Es lógico, que los nostálgicos y más si faltamos de Melilla desde hace mucho, recordemos y nos gustan, infinidad de anécdotas de nuestra niñez, adolescencia y juventud, lo más reciente por estas fechas, cuando recolectábamos maderas y cartones por nuestros comercios, para quemarlos el 23 por la noche, ahí todo apiñado, nada elaboraciones artísticas, luego con menos llamas saltar las hogueras en cada barrio, la nuestra en el Monte María Cristina.

Dice el refrán: “Ande yo caliente o “fresco” (por lo del pantalón corto), ríase la gente”.

Puede que muchos abuelos, especialmente, discrepen según la edad, de llevar “calzón corto”, de todo hay y estos se inclinen más por el pantalón largo incluso en verano. No es mi caso, salvo por tener que acudir a algún evento que lo requiera. Desde mediados de mayo y casi hasta finales de octubre poco se me verá con el “largo”, apuesto por el corto y la comodidad, además, me inclino por llevarlo por encima de las rodillas, si me rozan me molesta. Me siento mucho más cómodo y “fresco” aunque este año, de momento, no luzcan mis piernas el moreno habitual de estas fechas y de quien vive en Castellón cercano a la Costa del Azahar, por circunstancias sobrevenidas, de momento, más ciudad que playa y color escasamente moreno “descolorido”, ya vendrán tiempos mejores. Que cada cual indistintamente de la edad, con su cuerpo y su vestir haga lo que le de la real gana.

Tendría unos 11 o 12 años (aunque lo hacía antes también), para entrar gratis al fútbol en Álvarez Claro, rezaba así más o menos un cartel “niños gratis con pantalón corto acompañado de persona mayor”. Así lo hacía aquel Antoñín entonces, era mi diminutivo familiar y vecinal. Me apostaba de esa guisa junto a la entrada de general o sol, y siempre algún amable aficionado mayor me cogía de la mano, entraba y a buscar a otros colegas chinorris que antes lo habían hecho. Así sucedió muchas jornadas y temporadas de nuestro entonces Melilla C.F., hasta que un señor portero que al parecer “ya me tenía enfilado”, un buen o mal domingo, soltó: ¡Coño con el niño, menudas patas de pelo, si tiene más que yo!, fue la última vez, me dejó pasar pero añadió: “que por su lado, ni una más”.

Era verano, posiblemente a finales de junio cuando ya no teníamos clase en el Instituto, con mi amigo del barrio, Juani (hermano de Salva y primo de Juan Rueda, policía local o municipal entonces), él de la calle A o de Emilio y yo de calle F, teníamos muy buena amistad de adolescentes. Regresábamos de la Playa de San Lorenzo con pantalón corto, o el mismo bañador, toalla al hombro, paramos en el carrillo que se encontraba en calle Castelar (la Cañada) en la misma acera que el Centro de Hijos de Melilla y frente a él, donde mi querido tío Antonio Navarro (d.e.p.), se echaba sus buenas partidas de dominó, era un experto jugador de esos que cuando quedaban pocas por poner ya conocía las que les quedaban a cada cual y decía al compañero: “pero por qué no has puesto el pito doble”. Un abuelo que hacía compañía al señor del carrillo, que nos suelta: ¡Coñooo que ya to Dio e inglé!, nos hizo mucha gracia, ¡Lástima no haber sabido algo de ese idioma y haber seguido el “rollo”. Desconozco qué diría o su opinión sobre las chicas, era la época de la minifalda.

Son pequeñas cosas que de vez en cuando nos vienen a la cabeza de aquellos tiempos muy felices en nuestra Melilla, cuando no conocíamos nada de política y ni se podía comentar nada negativo, al parecer, sobre el régimen franquista (entonces ni idea) y gusta recordarlas.

Salud paisanos, a disfrutar del verano, de las vacaciones, desear también como siempre, trabajo saludable y bien retribuido. Que le vaya bien a Melilla y su gente en todos los sentidos con el nuevo gobierno. Buena gestión Sr. De Castro y Corporación completa, acierto siempre en beneficio de la ciudadanía, y si no…¡Ya saben! Y advertencia a los cafres y vándalos que destrozan mobiliario urbano y arremeten con apedreamientos a bomberos, policía o la COA, dejad de “joder la marrana” y que la gente viva en paz y disfrutando en Melilla, ¡Basta ya!

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