…o lo que es igual, de forma más pomposa, Reino Alauita. No conozco un país, una nación, más pedigüeña que Marruecos. Siempre está con las manos abiertas a ver qué le puede sacar a Francia, España, y no precisamente para tanto y tanto necesitado de ayuda como tiene y de ello da fe los centenares y centenares de ciudadanos que se van, como sea, diariamente, buscándose una vida para sus familias que cubra sus necesidades: un trabajo, una seguridad para el día de mañana, una Sanidad que atienda sus enfermedades, a sus parturientas, una buena escolarización para sus hijos, unos centros de acogida para ancianos y desamparados que no tienen posibilidades de alimentarse, de cobijarse, etc., etc., con una tasa de paro impresionante, mientras que sus gerifaltes, empezando por S.M. Mohamed VI, ya no sabe dónde meter tanta riqueza.
Según informaba hace unos días un teletexto de Televisión Española, Marruecos ha ratificado el Acuerdo de Pesca con la Unión Europea por lo que los barcos españoles podrán volver a faenar en aguas marroquíes, desde el lunes día 22. La mitad de las licencias del acuerdo -decía la información-, que supone una contrapartida de cincuenta millones de euros anuales para Rabat, corresponden a la flota española, “beneficiándose” sobre todo, las de Andalucía, Galicia y Canarias. Unas flotas -apunto yo- que llevaban un año paradas, concretamente desde que caducara el acuerdo anterior, en julio de 2018. O sea, que una vez untada la manteca de esos cincuenta millones de euros anuales, Marruecos autoriza que pueda pescarse en sus aguas para “beneficio” -que cara más dura hay que tener para decir eso- de las citadas flotas españolas.
Pero ahí no queda la cosa pues, según publicaba “MELILLA HOY” en su número del pasado sábado, el Gobierno Español que preside todavía, aunque de forma provisional, Pedro Sánchez, aportará treinta millones de euros a Marruecos para la lucha contra la inmigración irregular. ¡Tiene cojones el donativo! a sabiendas que Marruecos continuará exportando esa inmigración en las pateras que, saben sus gobernantes, se construyen en dársenas marroquíes, o bien, traspasando las vallas de Ceuta y Melilla o, como pasa con sus menores, atravesando los pasos fronterizos.
¿Marruecos, por esos treinta amillones que le da el Gobierno Español, va a luchar contra su emigración irregular? ¡Parece mentira que a estas alturas los gobernantes españoles no sepan cómo se las gasta Marruecos a la hora de mentir! Pregunten, por ejemplo, al ministro de Asuntos Exteriores, D. José Borrell, que fue a Marruecos no hace muchas fechas a una importante reunión con su colega marroquí y otras altas autoridades, que aprovechó para plantear el cierre de la aduana de Melilla con Marruecos, por parte del Gobierno de S.M. Mohamed VI, y todavía se está esperando la respuesta. O pregúntenle también al que fuera presidente del Gobierno, Sr. Rodríguez Zapatero, que dio a Marruecos doscientos millones de las antiguas pesetas para que se construyera en la provincia de Nador un centro de acogida para niños desamparados por sus familias, esos “Menas” que tenemos aquí ahora en Melilla, y han pasado los años, el centro no se ha construido y el dinero, ¿dónde están los citados doscientos millones de pesetas? Eso me vengo yo preguntando, aunque me imagino cuáles son los bolsillos donde han ido a parar.
