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Tribuna Histórica

Melillenses musulmanes: Romped las cadenas

En este espacio de “Tribuna Histórica” reeditamos hoy un artículo escrito hace ahora doce años, en concreto el 12 de mayo de 2007, por el ex líder de los musulmanes melillenses en la mitad de la década de los ochenta, Omar Mohamed Duddú, y que, en gran parte, tiene vigencia hoy día. Tras una paciente y madurada reflexión, de si valía la pena de entrar a escribir en estos momentos delicados, difíciles y críticos, que atraviesa la ciudad de Melilla, a raíz de su ceguera de no haber querido aceptar la configuración de una nueva realidad social (que tiene como punto de partida el año histórico de 1985) y no haber querido encontrar y adoptar un modelo de organización conforme a esta nueva situación, he decidido hacerlo y lo hago porque creo que es mi deber y que es ética y moralmente lo correcto, y lo realizo desde un posicionamiento libre y sin ataduras étnicas, religiosas, políticas ideológicas y económicas.

Deseo en primer lugar tanto por la gravedad y urgencia del tema, como porque se encuentra permanentemente, en el debate diario de esta ciudad, escribir sobre quienes utilizan y mezclan política y religión, mezquita y votos, y al mismo tiempo separan y dividen por su origen étnico, religioso, nacional, con la maligna y diabólica intención de crear bloques distintos, separados y confrontados.

Utilizar los recintos y centros religiosos (mezquitas, iglesias y sinagogas) como lugares de difusión de consignas partidistas electorales, no solo es inmoral, ilegal y anticonstitucional, sino además es convertir estos centros sagrados, que deben ser respetados, por todos y cada uno de nosotros, y mantenidos al margen de contiendas electoralistas, partidistas y mundanas, por ser la CASA DE DIOS, en simples urnas o cajas electorales, donde se trapichea y mercadea con los votos. Estos centros sagrados deben de centrarse en enseñar y mostrar LA PALABRA DE DIOS, y en reconfortar y unir espiritualmente a sus fieles.

La libertad de elección nadie debe coaccionarla ni coartarla, y mucho menos desde minbar o pulpito alguno. Los ciudadanos son plenamente libres para elegir la opción que crea más conveniente a la defensa de sus intereses o también su derecho legitimo de abstenerse, si no encuentra opción alguna que satisfaga sus aspiraciones.

En el Estado de derecho, la libertad de opinión, expresión y pensamiento son pilares básicos y es lo que conforma una sociedad democrática, y sus ciudadanos independientemente de su religión, etnia y origen, tienen entera libertad de posicionarse conforme a sus ideas y principios.

Y es en esta libertad de elección en donde hay que tomar como ejemplo a algunos países importantes de la Unión Europa, en el que miembros de sus gobiernos, cargos públicos, diputados y candidatos, tienen el mismo origen nacional (marroquí), y la misma religión (musulmana), que la comunidad musulmana de Melilla. Y, en donde en ellos, se evidencia rotundamente las distintas y diferentes sensibilidades políticas e ideológicas, con independencia de su religión y de su origen nacional. Y en donde no existe atisbo alguno de utilización de la religión para fines políticos y electorales. Se integran en partidos en función de sus valores y principios políticos y no étnicos ni religiosos.

Rachida Dati. Francesa. Miembro de la Unión por un Movimiento Popular (UMP). Portavoz de la campaña electoral en 2007 de Nicolas Sarkozy, Presidente Electo de Francia. Consejera del ministro del Interior desde el año 2002. Titulada en Económicas y Derecho, y magistrada de profesión. Desde este año figura en la edición francesa del Who´s Who
Najat Belkacem. Francesa. Miembro del Partido Socialista. Portavoz de Ségolène Royal, candidata a la Presidencia de Francia. Titulada en Ciencias Políticas y Derecho, trabajó tres años como jurista en el Consejo de Estado y el Tribunal de Casación. En el 2004, fue elegida consejera regional de Rhône-Alpes. Candidata a diputada por Lyón a las elecciones legislativas del mes de junio.

Alima Boumediene. Francesa. Miembro del partido de los Verdes. Parlamentaria.

Ahmed Aboutaleb. Holandés. Secretario de Estado del gobierno holandés
Khadiya Arib. Holandesa. Miembro del partido socialdemócrata. Parlamentaria
Fatiha Saidi. Belga. Miembro del partido Socialista. Parlamentaria.

También mencionare, a Marruecos, en donde existe distintas sensibilidades políticas e ideológicas desde la izquierda radical a la derecha, y en donde además existe un partido islamista integrado, que acepta el juego y las reglas democráticas y se fundamenta en los valores y principios islámicos, al igual que en Europa, que existen partidos con bases y fundamentos cristianos, como es el caso en España del Partido Popular o Italia con la democracia cristiana o Polonia y Holanda con partidos fundamentalistas cristianos. En Marruecos los partidos políticos, islamista comprendido, respetan las mezquitas y no la utilizan como voceros de los mismos.

El debate electoral se debe centrar en programas, proyectos e ideas (no malas ideas), y en discursos homogéneos y claros, hay que eliminar el doble lenguaje, con un discurso para el público cristiano y el discurso opuesto para la comunidad musulmana. Y otro discurso oculto, aún más dañino. Solo los corruptos, inmorales, perversos y malignos lo utilizan. Si es a una comunidad, como la musulmana tradicional, conservadora y apegada a su fe, el discurso que utilizaran, tendrá una orientación religiosa extremista, y los dardos (envenenados) que les enviaran tocaran temas sensibles, con el fin de crear en ella el resentimiento, el odio, la separación y al final y en un plazo no muy lejano, la confrontación. Y estos mismos, en su doble lenguaje cuando se dirigen a la comunidad cristiana se disfrazan de occidentales, bailan hasta las sevillanas, beben lo imbebible y se coaligan con otros grupos y partidos (desde mafiosos, racistas y de extrema derecha hasta el partido comunista) a los que ellos le llaman “ateos”, chitanes (demonios) y desviados (cuando se dirigen en sus discursos “ocultos y tapados” a los musulmanes) y en donde los programas, ideas y principios de unos y otros se encuentran en las antípoda.

Es imperativo y urgente, terminar por el bien de Melilla y de todos los melillenses con la monopolización, confiscación y control de la comunidad musulmana por parte de un clan, grupo o “partido”, que la utiliza con fines espurios. Piensan que esta comunidad, es de su propiedad (vida y hacienda), como en la Edad Media pensaban los señores feudales de sus vasallos, si bien hoy el derecho de pernada no lo pueden “ejercitar”, lo han transmutado a otro derecho que se han otorgado ellos mismos, el derecho de la propiedad del voto de los musulmanes melillenses.

Todos los ciudadanos deben ser iguales ante la ley y es en la diversidad de opinión y en el respeto de pensamiento y expresión donde se encuentra el éxito del futuro de la nueva sociedad melillense. Todos los ciudadanos deben tener garantizados por los poderes públicos el derecho inalienable a la libertad de elección, sin amenaza ni coacción alguna y sin la utilización de métodos mafiosos y gansteriles.

(UN MELILLENSE: AOMAR MOHAMEDI DUDDU EL FUNTI
MELILLA HOY. Tribuna. Día 12 de mayo del 2007.)

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