El Gobierno de Melilla mostró ayer su intención de “poner toda la carne en el asador” para evitar que cada año se den disparidad de criterios sobre la celebración del Aid El Kebir, la importación de borregos y la forma en que se puede llevar a cabo el rito del sacrificio, como lleva ocurriendo en los últimos cuatro años. A preguntas de los periodistas, el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, aseguró que su Ejecutivo hará todo lo necesario para llegar “de una vez” a una solución en todo lo que dependa de esta administración pública, para lo que pondrá “toda la carne en el asador”, algo que ha destacado porque “nadie la ha puesto nunca” en este asunto.
De Castro recordó que en España existen órganos consultivos y jurisdicciones administrativas que llevan estos casos, y a los que la Ciudad Autónoma va a recurrir para tratar de que todo lo que incumba a este asunto “esté regulado y quede meridianamente claro las interpretaciones que pueda haber por una parte y por otra”.
El presidente melillense justificó esta forma de proceder de su Gobierno utilizando esos instrumentos y mecanismos para que este asunto de solucione al recordar que la ley es interpretable, lo que da lugar a que haya jurisprudencia.
De Castro reconoció que el objetivo marcado es “difícil y complicado”, pero insistió en la necesidad de abordarlo “sí o sí” para que “se respete esa tradición” del Aid El Kebir como ocurre con el resto de las festividades religiosas, y conseguir “conjugar el respeto a la tradición con lo que marca el marco normativo”.
