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Recuerdos Patronales en honor a Nuestra Señora de la Victoria (I)

Gracias a la gentileza de Melilla Hoy, tenemos la oportunidad de leer en sus páginas Recuerdos Patronales. Textos y noticias que fueron escritos y publicados el pasado siglo en El Telegrama del Rif.

Desde la Congregación de Nuestra Señora de la Victoria consideramos interesante el hecho de recogerlos y que vuelvan a ver la luz en estos días previos al comienzo de los actos en honor a la Madre del Cielo que bajo la advocación de la Victoria, Melilla venera como Patrona Coronada y Alcaldesa Honoraria Perpetua. Gracias a la gentileza de Melilla Hoy, tenemos la oportunidad de leer en sus páginas Recuerdos Patronales. Textos y noticias que fueron escritos y publicados el pasado siglo en El Telegrama del Rif.

Desde la Congregación de Nuestra Señora de la Victoria consideramos interesante el hecho de recogerlos y que vuelvan a ver la luz en estos días previos al comienzo de los actos en honor a la Madre del Cielo que bajo la advocación de la Victoria, Melilla venera como Patrona Coronada y Alcaldesa Honoraria Perpetua.

Siglos de un patronazgo, que fue ratificado en 1756 por todos los melillenses siendo gobernador de la Plaza Antonio de Villalba y Angulo. Siglos de devoción y veneración, de elevar plegarias en momentos de angustias y penurias, de grandes peligros que gracias a su divina intercesión pudieron ser superados.

Ya en la iglesia de la Purísima Concepción, su sede canónica desde el siglo XVIII, ya en el Sagrado Corazón de Jesús donde se encuentra actualmente tras el terremoto de 2016, la Madre espera nuestra visita.

En esta ocasión viajamos, literariamente hablando, a septiembre de 1941. Ese año la Novena, se celebró también en el Sagrado Corazón, al igual que ahora. En aquellos días , estas eran las noticias publicadas:

Los cultos en honor de Nuestra Señora de la Victoria, excelsa Patrona de la ciudad
A causa de hallarse en reparación el templo de la Purísima Concepción (Pueblo), la solemne Novena y Fiesta en honor de Nuestra Señora de la Victoria, Patrona de Melilla, que la ilustre Congregación de la Santísima Viren consagra a su Amantísima Madre y Señora, se celebrará en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.

Dichos cultos han sido modificados en la forma que a continuación se indican, según nuevas convocatorias que se colocarán en el cancel de las distintas Parroquias de la Ciudad.

ORDEN DE CULTOS
Día 7 de Septiembre.- Por la tarde, a las siete, se trasladará procesionalmente la Imagen de la Santísima Virgen de la Victoria desde la Iglesia de la Purísima Concepción (Pueblo), a la del Sagrado Corazón.

A las ocho, bendición de la nueva corona que los amantes hijos de la Santísima Virgen, ofrecen a su Excelsa Madre la Virgen de la Victoria: bendición e imposición de los distintivos de la Congregación y Salve solemne.

Día 8.- Comunión general en la misa de ocho, aplicándola por el Caballero Mayor, Presidente Honorario de la Congregación, S.E. el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos Nacionales.

A las diez y media, función principal de instituto, con asistencia de las autoridades. La Oración Sagrada estará a cargo del M.I. señor don Simón virgen victoria verticalReyes Troyano, que será el orador de todo el Novenario.

Por la tarde, a las siete, solemnísima procesión de la Santísima Virgen de la Victoria, por el itinerario que previamente se anunciará.

La Novena dará principio el día 9 a las siete y media de la tarde.

Día 18.- A las diez y media, funeral por los difuntos de la Congregación y por todos los Caídos en la Gloriosa Cruzada.

Al día siguiente, 7 de septiembre se publicaba lo escrito por Enrique Moya Casals:
Melilla, Piadosa y Tradicional
La perpetuidad del voto a la Virgen de la Victoria
Viven los pueblos, todos los del orbe cristiano en especial, de leyendas curiosísimas, de seculares historias religiosas y singulares relatos de las costumbres, actos y hechos de sus ascendientes, guardados y continuados, en años y épocas, generaciones y siglos que hoy al rememorar las efemérides de cualquier villa, ciudad o lugar, aún insignificante de España, difícil es al cronista, investigador, historiador o simple amador de rebuscar aquellas esencias guardadas amorosamente en el corazón de los hijos del solar hispano que no se encuentre con un manantial de datos y una copiosa literatura impresa en manuscritos, orlados pergaminos y amarillentos libros, los que nos dicen toda la vida de un pueblo, ya en sus lides guerreras que hacen sentir los silbidos de ballestas, el roce de los aceros y chasquidos de escudos, o bien el reposo pastoral de los prados, el espejo de los ríos en sus remansos y los cuentos de solana, que son crónicas vividas, habladas y transmitidas de generación ininterrumpida, que producen más eco y resonancia, muchas veces, que los documentales archivos dictados y suscritos en momentos felices y adversos de los sucesos en la historia local.

No hay que decir una vez más por ser, bien conocido, que Melilla es pródiga en acontecimientos memorables por su situación en el continente africano. Sus costas bañadas continuamente por las aguas del Mediterráneo, cuyas brisas confortan a sus habitantes, ya vio balancearse las naves fenicias, los bajeles cartagineses y los galeones romanos. La avalancha de la invasión que pasó como un relámpago- relámpago de siglos- para seguir la ruta de aquellos primitivos pobladores, atravesando el Estrecho y entronizándose en la España goda hasta las estribaciones de Asturias. Para después con la Reconquista de Fernando V de Aragón y de Isabel de Castilla, ganar para la Patria y para el Cristianismo, por mano de Estopiñán y bajo los auspicios de Medina Sidonia, el ingente Peñón de Melilla…
… En un ayer lejano fue el Mariscal de Campo y Gobernador del Peñón y Talaya de España en África, Antonio Villalba y Angulo, quien reúne a sus tropas en el centro de su Ciudadela y proclama solemnemente a la Virgen María su Titular_ pone la plaza y a su aguerrida guarnición bajo su amoroso Patronato, recabando con firmeza la perpetuidad de un voto solemne consagrado con la santidad de un juramento, la práctica constante del culto a Nuestra Señora de la Victoria.

Melilla, rica perla del “Mare Nostrum” como la llamó un ilustre orador sagrado, canta y reza a la Santísima Virgen de la Victoria, su gloriosísima Patrona, y en los días de su novena piadosa y fervorosa, llena de reverente espiritualidad, pide clemencias y misericordias constantes en los atardeceres septembrinos, cuando el sol declina y las golondrinas vuelven de España. Allí, dentro del Santuario armoniosos cánticos, fuera un piar de las avecinas y al pie de los baluartes el rumor de las aguas marinas, parecen acompañar el rezo de los fieles cómo dulces suspiros y suaves melodías…
“ La perpetuidad del voto,
fue firmeza y decisión,
suprema consolación,
de aquel pueblo tan devoto:
a nuestra Madre y Señora,
respeto y ejecutoria
¡Oh! Virgen de la Victoria,
Clemencia y misericordia.”
Y así un año y otro, para ejemplo y edificación de las generaciones venideras, Melilla sigue honrando a su veneradísima Patrona, la Gran Madre y Señora de la Victoria.

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