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Las Islas Chafarinas ¿la nueva Lampedusa?

El modus operandi es básicamente el siguiente: llevan en patera a los inmigrantes a las islas previo pago y los abandonan en tierra, una ONG avisa a Salvamento Marítimo y así se produce el rescate La isla de Lampedusa, al sur de Italia, se convirtió a finales de los años 90 en un punto de entrada principal a Europa para los inmigrantes procedentes de África. Desde principios de la década de 2000, Lampedusa se consolidó como un punto de tránsito principal para los inmigrantes indocumentados procedentes de África, Medio Oriente y Asia que quieren entrar en Europa. En 2009, las condiciones de hacinamiento en el centro de recepción de inmigrantes temporales de la isla fueron criticadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Después de las cinco pateras que han llegado este mes de agosto a las Islas Chafarinas, un archipiélago español, situado a 1,9 millas de Marruecos y a 27 de Melilla, ya hay quienes comparan la situación de las islas españolas en el norte de África con la Lempedusa italiana y no les falta razón. Las mafias de la inmigración han encontrado un filón con estos territorios al ser conocedores de que ni niños ni mujeres van a ser expulsados, los primeros porque así lo ampara la ley y los segundos -las mujeres- se les permite quedarse por razones humanitarias. También están los hombres mayores de edad de países como Siria y de Asia que también logran quedarse en España, en unos casos por su condición de solicitantes de asilo y otros por la imposibilidad de ser repatriados. A los únicos a los que el Gobierno expulsa es a los subsaharianos mayores de edad que logran arribar a estas islas españolas, con la inicial pretensión de evitar que se conviertan en puntos de entrada de inmigrantes irregulares a España.

Pero este último objetivo, hoy en día, parece muy lejos de cumplirse porque las mafias ya lo tienen claro, con un modus operandi que se resume básicamente en lo siguiente: una embarcación con inmigrantes, que previamente han pagado una buena suma de dinero, se dirige a las islas y abandonan a estas personas en tierra o en la orilla. A continuación, uno de los indocumentados, a los que han facilitado el teléfono de alguna ONG española, da aviso y ésta se encarga de llamar a Salvamento Marítimo en Almería comunicando la presencia de estos seres humanos en esos territorios y de hacerlo público a través de las redes sociales. De este modo, se activa el rescate que permite el traslado de estas personas a Melilla.
¿Hasta cuándo continuará esta situación? ¿Qué medidas adoptará el Gobierno español para frenar estas entradas irregulares? Difícil saberlo porque por el momento ni siquiera la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, tiene claro que las islas y peñones son el punto de entrada elegido por las mafias al declarar que aún tienen que “evaluar” si la llegada de estas pateras se debe a que “va a haber una tendencia” o bien solo se trata de un repunte puntual por el buen tiempo. Así, vemos complicado que se ponga solución a este problema cuando lo primero que se debe hacer es admitir que existe.

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