El secretario general del PP local, Miguel Marín, instó ayer al presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, a dimitir si carece de ideas “para impulsarlas desde ya” para mejorar la actividad económica y el bienestar de los ciudadanos y crear empleo, entre otros objetivos, y deje gobernar a la lista más votada por los melillenses.
En rueda de prensa, Marín se refirió a la decisión de De Castro de sacar a adjudicación la redacción de un plan estratégico 2020-2029, que supondrá un desembolso de 250.000 euros, cuyas medidas no podrán ejecutarse hasta final de la legislatura, ya que “no va a estar listo hasta mediados de 2021”.
Por ello, Marín se preguntó qué piensa hacer De Castro hasta entonces, y él mismo respondió que “si no tiene ideas para Melilla” ni tiene “la más remota idea” de qué hacer con la ciudad pese a que lleva en política varios años, “lo mejor que puede hacer es dimitir, irse y dejar que gobierne quien mayoritariamente han querido los melillenses”.
El número dos del PP aseguró que su partido sí tiene ideas, ya que se presentó con un programa electoral con más de 600 propuestas concretas para mejorar la vida del conjunto de los melillenses, la economía y empleo y el bienestar de los melillenses, mientras que De Castro “se presentó a las elecciones sin un programa específico” para la ciudad.
En este sentido, Marín dijo que al PP no le importa que De Castro copie el programa electoral del PP ni tampoco pondrá ningún pero a ello, de ahí que le instara a que “se ponga a trabajar desde ya para implementarlas”, habida cuenta que algunas de ellas ya habían sido iniciadas por el anterior Ejecutivo y todas son positivas. Entre ellas, mencionó la subida al 75% de la bonificación al IRPF y el Impuesto de Sociedades o la puesta en marcha de la ampliación del puerto y nuevas titulaciones universitarias.
“Los melillenses no podemos permitirnos el lujo de esperar a mediados de legislatura a que esté el plan estratégico, y otros dos a ejecutar las medidas, eso es insostenible y un auténtico despropósito”, aseveró Marín para reprochar a De Castro su falta de ideas y de recursos. No en vano, opinó que “si fue incompetente e incapaz de gestionar un centro de menores, cómo va a serlo de gestionar una ciudad”.
Marín cargó contra el “desgobierno total” que preside De Castro, sobre el que dijo que está “constituido en reinos de taifas” y donde “cada uno hace lo que quiere, con compartimentos totalmente estancos”, y en el que “recelan y se acusan unos a otros”.
