Las circunstancias del trágico suceso de la noche del lunes en Aguadú, avanzado por MELILLA HOY, se van a aclarando con el paso de las horas. Si un principio se barajó que el pescador fallecido fue golpeado por una ola, ayer desde fuentes cercanas al caso matizaban que la ola a quien golpeó fue a su hijo, que lo arrojó al mar en una zona acantilada. El padre y un acompañante se lanzaron al agua para salvar al pequeño y lo lograron, pero el padre ya no pudo subir a las rocas, debido al oleaje por el levante que reinaba esa noche. El fallecido de nombre Ali es un melillense de 37 años de edad y albañil de profesión, del barrio de Reina Regente, que deja cuatro niños huérfanos. El hombre está previsto que sea enterrado hoy miércoles en el Cementerio Musulmán de Melilla después de prácticacársele la correspondiente autopsia.
Los hechos ocurrieron el lunes pasadas las diez de la noche cuando Ali, su hijo de corta edad y un compañero se encontraban pescando en la zona que va entre Aguadú y la Estación Desalinizadora.
Nada más dar aviso el 112 a la Guardia Civil, el Servicio de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) acudió de inmediato al lugar donde les indicaba, mediante el uso de linternas, dónde estaba la persona caída al mar.
Los agentes se lanzaron al agua y sacaron el cuerpo de este hombre, al que practicaron primeros auxilios, con reanimación cardiopulmonar, y que continuaron en la embarcación durante el trayecto hasta el puerto deportivo, donde esperaba un equipo del servicio médico urgente del 061 que también hizo la reanimación por su parte y procedió a su traslado al hospital, donde se certificó su fallecimiento.
Por su parte, debido a las dificultades del terreno donde se hallaban estas personas en Aguadú, fue necesaria la intervención de los Bomberos para rescatar al hijo del fallecido y al hombre que los acompañaba.
