Esta vez, el Club Petankadictos no va a dar a conocer las bondades del deporte de la petanca. El resultado de la nefasta gestión es evidente: federación en números rojos (prueba de ello es la última previa, los clubes tuvieron que sufragar los gastos del arbitraje); unas instalaciones abandonadas y unos deportistas que cada vez van menos a jugar a las instalaciones públicas. En marzo del presente año, en asamblea ordinaria de la Federación Melillense de Petanca, se aprobaron las fechas del calendario deportivo, entre esas fechas aprobadas se estableció el 15 de septiembre la celebración de la previa autonómica, clasificatoria para el Campeonato de España de Clubes.
El miércoles día 11 corría el rumor en las pistas de juego que quedaba suspendido y aplazado al domingo 22. Un mensaje de WhatsApp confirmaba el aplazamiento. ¿El motivo aparente? El único árbitro en Melilla debía de desplazarse a Marruecos a reparar un techo.
El árbitro, una vez habló con el técnico de Petankadictos, en un gesto de responsabilidad del que se esperaba de un árbitro nacional, aplazó el trabajo de reparación, manifestando que estaba disponible para poder arbitrar el domingo día 15 de septiembre.
Este hecho destapó el verdadero motivo por el cual se aplazaba dicha competición autonómica: el presidente de la Federación Melillense estaba invitado en Málaga a una boda para ese fin de semana, evento que le impedía estar compitiendo en la fecha establecida en asamblea ordinaria, por lo que unilateralmente decide continuar con el aplazamiento.
El Club Petankadictos, sin llegar a tener un comunicado oficial de la FMP y sin haber convocado la directiva a la asamblea de la federación melillense de petanca, para comunicar el motivo del aplazamiento, decidió presentarse en la competición en la fecha establecida.
Petankadictos ve en esto una más de las tantas que ha estado haciendo esta directiva, con Agustín Aguilera al frente. Estos dos últimos años con don Agustín Aguilera, presidente de la federación, la actual asamblea -cuya principal misión es la de fiscalizar a la directiva- ha estado ausente y no ha ejercido su labor.
El resultado de la nefasta gestión es evidente: federación en números rojos (prueba de ello es la última previa, los clubes tuvieron que sufragar los gastos del arbitraje); unas instalaciones abandonadas y unos deportistas que cada vez van menos a jugar a las instalaciones públicas.
Desde estas líneas, el Club Petankadictos insta al nuevo Gobierno de la Ciudad de Melilla a que ataje este problema e interceda. Adelantemos elecciones a la asamblea melillense de petanca y dejemos trabajar por el deporte de la petanca a los que verdaderamente miran por el deporte, más allá de los intereses personales.
