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El uso político de la televisión de todos

Las explicaciones públicas deberían darlas los responsables políticos de Inmusa, en lugar de mandar a resolver el entuerto a uno de los trabajadores de la empresa, porque lo ocurrido es inadmisible, como decíamos, y no puede volver a repetirse en la televisión de todos los melillenses, que no es, como alguno ha podido creer, un elemento de propaganda de los partidos que conforman el Gobierno Televisión Melilla ha sido esta semana objeto de una utilización política inadmisible que viene a empañar el vigésimo quinto aniversario que en este 2019 cumple la televisión de todos los melillenses. No hace falta recordar la función tan importante que cumple Televisión Melilla por el papel que tiene en nuestra sociedad como medio de comunicación público que es. Precisamente por eso, porque es una televisión pública, no se puede consentir lo que sucedió el pasado miércoles, cuando desde uno de los canales de comunicación de Televisión Melilla, concretamente el perfil de Twitter, se vertió un comentario totalmente politizado que, además de manipular, atacaba a un miembro de la Asamblea, el expresidente del Gobierno local y actual líder de la oposición, Juan José Imbroda, cuyo partido forma parte del Consejo de Administración de Inmusa, la sociedad pública de la que depende Televisión Melilla. Todo ello, en un intento de poner no solo a la plantilla del medio contra este político o su partido, sino también a la opinión pública, por cuanto el comentario fue colgado en sus redes sociales para que tuviera la mayor difusión posible.
El comentario en cuestión fue el siguiente: “El ex presidente Imbroda ayer en declaraciones a la cadena Cope abrió la posibilidad de cerrar TV Melilla, esta casa, donde día a día trabajan más de 48 profesionales de la información”. Cualquiera que escuchara la entrevista a Imbroda el día antes (aún puede hacerlo en la fonoteca de Cope Melilla, disponible en su página web), sabe que el tweet publicado desde el perfil de Televisión Melilla no se corresponde con la realidad, porque el presidente del PP no dijo eso. Imbroda, en realidad, hizo alusión a la televisión pública y el desembolso de dinero público que supone, superior a los 3,5 millones de euros anuales, para contrarrestar el argumento del nuevo Gobierno de suprimir la publicidad institucional de la Ciudad Autónoma en los medios de comunicación privados por el coste económico que conlleva a las arcas públicas, pese a las negativas consecuencias que eso puede tener, como es poner en peligro los más de 160 puestos de trabajo que crea este sector y la pluralidad informativa, que contribuye a que en Melilla se puedan cumplir derechos fundamentales como el de la información y la libertad de expresión, entre otros.
Por lo tanto, se trata de una manipulación política descarada que alguien, no se sabe quién, hizo utilizando la televisión pública de todos, financiada con 3.519.171,10 euros en los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de 2019, y que nos cuesta más de 40 euros anuales por cabeza a cada melillense. Un coste importante, pero justificado, para recibir un servicio público de calidad y plural, como el que ha ofrecido Televisión Melilla en todos estos años, mejorándolo especialmente en los últimos, en los que la Ciudad Autónoma ha incrementado de forma notable su presupuesto.
Se desconoce la autoría de dicha manipulación, pero no hace falta ser un lumbreras para darse cuenta de que ese tweet no fue obra de ningún trabajador de Televisión Melilla, sino que fue lanzado desde puestos políticos que tienen su ámbito de responsabilidad y competencia en Inmusa.
Curiosamente, este tweet fue publicado apenas unos minutos después de que el PP lanzara de forma pública el siguiente mensaje al presidente de Inmusa, el cuestionado viceconsejero y diputado socialista Mohamed Mohamed Mohand: “Le diría que saque sus manazas o sus intentos de manipular TVM, que estoy seguro de que las tienen él y su Gobierno. Que dejen a los trabajadores de TVM que hagan su trabajo y no vayan a caer en la tentación de decir ‘vamos a quitarnos a los medios de comunicación privados de en medio y los públicos ya veremos cómo los orientamos para mayor gloria de Eduardo de Castro y compañía’”.
Dicho comentario, que el PP hizo en rueda de prensa muy poco antes de que apareciera publicado el tweet, parecía una premonición. O quizá ya tenía constancia este partido de que se estaban produciendo intentos de utilización política partidista en la televisión pública por parte del nuevo Gobierno.
Horas después del desafortunado y grave tweet, Televisión Melilla dio una escueta explicación a través de su community manager por la misma vía, desmarcándose de lo ocurrido e informando de que se habían adoptado medidas de seguridad para evitar que vuelva a suceder. Es de agradecer, pero las explicaciones públicas deberían darlas los responsables políticos de Inmusa, en lugar de mandar a resolver el entuerto a uno de los trabajadores de la empresa, porque lo ocurrido es inadmisible, como decíamos, y no puede volver a repetirse en la televisión de todos los melillenses, que no es, como alguno ha podido creer, un elemento de propaganda de los partidos que conforman el Gobierno.

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