El General Diez Vicario, nace el día 16 de junio de 1856 en Reinosa-Cantabria. Con 18 años, ingresa en la Academia de Infantería, incorporándose a la misma en noviembre de 1874. La situación de conflicto existente por las guerras carlistas hace que nada más salir de la academia con el empleo de alférez, en junio de 1875, se incorpore al Batallón de Cazadores Las Navas nº 10, con el que participa en diferentes acciones de combate contra los carlistas, destacando notablemente en ellas por lo que le es concedido el grado de teniente por méritos de guerra el 28 de septiembre de 1875.
En julio de 1876 parte hacia Cuba con el Batallón Expedicionario de Cuba nº 20, siéndole concedido el grado de capitán por méritos de guerra el 28 de septiembre de 1876. En Cuba permaneció hasta principios de 1883 cuando regresa a la península ya con el empleo de capitán. Estuvo destinado en el Batallón de cazadores de Isabel II y en el Regimiento Canarias nº 43, hasta que en julio de 1893 es designado profesor de la Academia de Infantería.
En 1895 es ascendido al empleo de comandante, pidiendo nuevo destino a Cuba, estando a las órdenes del general Arsenio Linares. Participó en diferentes acciones de combate contra los insurgentes destacando por su entrega y arrojo. En una de las acciones de combate fue herido de bala.
El 5 de julio de 1896 es ascendido a teniente coronel por méritos de guerra, continuando su destino en la isla y en marzo de 1899 es ascendido al empleo de Coronel también por méritos de guerra. A la finalización de la guerra regresa a España donde es destinado al regimiento de Infantería Gravelinas nº 41 como jefe del mismo.
En marzo de 1901 es designado profesor de la Academia de Infantería y en 1904 es destinado al Regimiento de Infantería Murcia nº 37 y en 1905 al regimiento Covadonga nº 40.
En marzo de 1909 es ascendido a general de brigada, trasladándose a Melilla como jefe de la segunda brigada de la primera división para participar en la denominada campaña de 1909.
El 30 de septiembre de 1909 en las acciones desarrolladas ese día en la zona de zoco Jemis de Beni-bu-ifru cercano a Zeluán, se entabla un duro combate con el enemigo que se ha hecho fuerte en esa zona, la columna del general Vicario encargada de apoyar el repliegue de las unidades, encontró una gran resistencia enemiga, en el trascurso del combate el General recibe un tiro en el pecho cayendo muerto de su caballo mientras recorría las líneas de combate de sus unidades.
El general estaba en posesión de 1 cruz roja de 1ª clase del mérito Militar, 7 cruces rojas de 2ª clase del mérito Militar, 1 cruz blanca de 1ª clase del Mérito Militar, 2 cruces de 2ª clase de María Cristina, Cruz y Placa de San Hermenegildo, Cruz Blanca de 3ª clase del Mérito Militar, una medalla conmemorativa de la Campaña de Cuba y 1 medalla conmemorativa de Alfonso XII.
Su cuerpo reposa con junto al de otros compañeros en el Panteón de Héroes del Cementerio de la Purísima Concepción de Melilla, concretamente en el interior del mismo en la fila nº 3, nicho nº 9.
Hacemos eco de la noticia recogida en el periódico ABC en su edición del día 5 de octubre de 1909 que contenía el siguiente artículo:
Copiamos de La Correspondencia:
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Por las apuntadas razones me creo en el deber de manifestar que D. Darío Díez Vicario murió sobre el caballo.
Montado, y en compañía de su cuartel general, iba recorriendo la línea de fuego, animando a todos los combatientes y atendiendo a los más mínimos detalles de los muchos que ofrecía aquel momento tan crítico.
No fue, por tanto, causa de su muerte, como por equivocación y no de mala fe dijeron algunos, el momentáneo avance del general para enterarse de ciertos detalles, pues llevaba ya mucho tiempo en la primera línea de sus tropas cuando cayó muerto.”…
Con este artículo queremos mantener vivo el recuerdo de nuestro general que como otros muchos soldados entregaron lo más valioso de si como es su propia vida en el cumplimiento de su deber y servicio a España.
