Aviso a navegantes melillenses. La difícil situación económica de la que llevamos más de dos años quejándonos el tejido empresarial de Melilla y que llevo a constituirnos en Plataforma con identidad fiscal comenzó por una inicial amenaza a nuestro sector productivo. Esta situación lejos de mejorar sigue agravándose de manera progresiva y parece ser que aun habiéndose producido un cambio de gobernantes la dirección de nuestro maltrecho escenario no se invierte. ¡¡ Ojo !! y para muestra un botón:
Hace apenas nada de tiempo conseguir un local en el centro de nuestra ciudad era una causa difícil por la poca oferta existente. Hoy día más de 50 locales en esta ubicación han cerrado. Tanto es así que esa misma realidad se ha trasladado a la zona industrial donde tan difícil y cotizada era la posibilidad de conseguir una nave industrial que permitiera desarrollo de actividad comercial. Actualmente la oferta de obtener un local tanto en una ubicación como en otra es generosa y mucho más barata que en aquellos cercanos tiempos donde eran tan escasas y cotizadas.
La situación económica en Melilla atraviesa posiblemente la peor crisis que ninguno de los actores que en ella estamos implicados pudiéramos imaginar.
Esto es real y está pasando ahora. Que nadie se engañe y crea que es algo que afecta solo al sector del comercio melillense.
Hoy día Melilla está obstruida tanto de sur como de norte. De sur porque nuestra frontera terrestre sufre desde más de un año por un cierre comercial en nuestras exportaciones que tanta demanda tuvo y tiene hacia nuestro país vecino y de norte porque la posibilidad de acceder a Melilla desde esa dirección es enormemente cara y además no ofrece una oferta para que desde allí pudiera haber interés en visitar nuestra ciudad.
Estamos alienados, sin flujo de demanda comercial externa y necesaria para nuestro necesario desarrollo comercial. Hoy día prácticamente somos un cauce fluvial estancado que solo puede producir degradación de ese entorno y que si no es rehabilitado terminará por pudrirse. La consecuencia lógica de todo esto debiera ser que la intención a corto plazo de “todos nosotros “fuera la de abandonar esta ciudad en la que hemos nacido, vivido y trabajado con ilusión y durante toda nuestra vida. De hecho, una reciente encuesta mostraba la intención de abandonar Melilla un 60% de la población si tuvieran esa capacidad. Melilla se devalúa a pasos agigantados y esto va a provocar que el fruto del esfuerzo obtenido tanto por las generaciones anteriores como la actual se convierta en moneda de cambio irrisoria. Aquellos que llevan pensando en partir a corto o medio plazo observarán que el valor del patrimonio creado se convertirá en simple calderilla y que por tanto no les permitirá ese posible y deseado éxodo puesto que la devaluación que ya estamos sufriendo está erosionando los recursos obtenidos con tanto trabajo y sacrificio.
Por tanto, señores: “Melilla se muere. Melilla está en la UVI “. Y es una realidad que afecta a todos y cada uno de los que aquí vivimos. Que nadie se engañe. Esto está pasando aquí y ahora y afecta a todos y a cada uno de los que nos sentimos melillenses. Es un problema de todos.
