¡Luego vayan ustedes dos, cogiditos de la mano para no perderse, y pídanles el voto a cuantos trabajan en los medios informativos melillenses, y a sus familiares las próximas elecciones! Vaya dos personajes que tenemos en el Gobierno de la Ciudad, su presidente, después de engañarse hasta a él mismo y al señor que fue del Partido Popular, después de Populares en Libertad, ahora al Sol que más le calienta y el día de mañana al primero que le ofrezca un cargo bien remunerado. ¡Me refiero al Sr. Liante, perdón, Liarte!
¿Y estos dos melillenses (?) son los que alardean de preocuparse del bienestar de los ciudadanos de esta Melilla que, actualmente y por desgracia está hecha unos zorros, por estar en manos de quien está gobernada, por sujetos como los citados, apoyados por otros que vienen demostrando ser de la misma cuerda…? Les doy mi palabra que estoy totalmente desnortado porque Melilla se merece otra cosa, aquellos buenos gobernantes que tuvo no hace muchos años, de derechas, de izquierdas e independientes que muchos melillenses los recordamos por la buena labor que realizaron en beneficio de la ciudad y de cuantos aquí vivimos.
¿Tienen propósito, según leía en “Melilla Hoy” en su número del jueves, día 26, de retirar la publicidad del municipio a los medios informativos porque, según ellos, ¿no están conformes con lo que dicen de su mal proceder de gobernantes?
Pero qué clase de demócratas son ustedes, ambos, ¿con lo que alardean de ello? ¿Qué pueden conseguir con esa improcedente acción, dejar en la calle a un buen número de melillenses que tienen su sustento, su trabajo en esas empresas? Una acción, además, que perjudicaría a muchísimas familias.
Dije no hace muchas fechas que, según mi opinión, al Sr. De Castro le viene demasiado grande esa Presidencia de la Ciudad que el mismo se guisó, engañando a su partido y a quienes le apoyaron en su elección, y en cuanto a su auxiliar en eso de asfixiar a los Medios informativos locales, ¡pues que puedo decir de él! Tenía buen concepto cuando le conocí. Después de su comportamiento camaleónico, primero con el Partido Popular y después con Populares en Libertad, arrimándose a una Coalición por Melilla por la que no tenía muchas simpatías, no me merece ningún crédito político. Como persona, nada que objetar, como laico, limpio donde caiga.
