La Asamblea de Melilla aprobó ayer las cuentas generales de la Ciudad Autónoma de 2018 con los únicos votos a favor del principal partido de la oposición, el PP, ya que el resto de partidos, incluidos los que componen el Gobierno de Melilla, se abstuvieron. Este asunto salió adelante durante la celebración de un pleno extraordinario y urgente que empezó con cierta polémica, ya que dos de las tres formaciones políticas que integran el Gobierno (CPM y PSOE), dada la ausencia de Cs, que completa el tripartito, también se abstuvieron en la declaración de urgencia de la sesión, que se pudo celebrar por los votos a favor del PP.
La diputada popular y exconsejera de Hacienda, Esther Donoso, hizo hincapié en esta circunstancia al inicio de su intervención, en la que consideró “una paradoja bien grande” que el Gobierno se abstuviera en la declaración de urgencia de un pleno que él mismo había convocado para sacar adelante las cuentas.
Donoso puso el acento en que, si no llega a ser porque el PP ha votado a favor, el pleno no se hubiera podido celebrar y, por lo tanto, la Ciudad Autónoma de Melilla tampoco habría podido cumplir con su obligación legal de presentar al Tribunal de Cuentas la cuenta general antes del 15 de octubre.
Sobre el fondo de la cuestión, destacó que se trata de “unas cuentas con una ejecución presupuestaria muy buena”, ya que han permitido a la Ciudad Autónoma “una excelente liquidación de 2018”, con unos datos “muy interesantes” para Melilla.
Así, subrayó que la estabilidad presupuestaria de la Ciudad Autónoma es de 26 millones de euros, y la carga financiera se ha situado en el 4,52 %, muy por debajo del máximo permitido por la ley, que es del 25 %, además de que la deuda viva se ha reducido en más de 30 millones en los últimos cuatro años, pasando de 85 a 56 millones de euros.
También destacó el remanente de tesorería de más de 29 millones de euros que, unido al hecho de que el Gobierno anterior situó el periodo medio de pago a proveedores por debajo del plazo máximo legal de 30 días, ha permitido al nuevo Ejecutivo destinar más de 10 millones de esa cuantía a inversiones financieras sostenibles.
Liarte da la razón al PP
El consejero de Hacienda, Economía y Empleo, Julio Liarte, admitió que “los números dan la razón” a su antecesora en el cargo, y que, “teniendo en cuenta lo que se mueve en ayuntamientos de similar envergadura”, los datos de la Ciudad Autónoma de Melilla “no son malos”.
Sin embargo, pese a que “unos números negro sobre blanco indican una economía saneada, la realidad de las cosas es un poco diferente” porque, según dijo, hay facturas que están sin tramitar ni abonar entre 2015 y principios de 2019, cuyo importe asciende a unos 5 millones de euros, de los cuales 1,2 tendrán que ser abonados en breve por orden judicial.
Donoso le replicó instando a Liarte a que no fuera al pleno de la Asamblea a “contar todas las penas que tiene en la consejería” porque, además de que no era el asunto de debate y es su responsabilidad afrontar las cuestiones relativas a facturación, pagos y auditorías tras tomar posesión como consejero de Hacienda, el nuevo Gobierno acumula en tres meses más de un millón de euros en facturas impagadas.
Asimismo, le reprochó que no le dé importancia al periodo medio de pago a proveedores porque eso permite “ver cómo están cobrando las empresas en la calle”.
Rojas admite que no firmaba facturas porque no se fiaba
Por su parte, la portavoz del Gobierno, Gloria Rojas, rechazó “las lecciones” del PP en cuanto a las facturas porque asegura que es de las consejeras que más está sufriendo este problema de los impagos al tener un gran número de competencias en su departamento y el Ejecutivo está “intentando arreglar los desaguisados” del anterior. Además, reconoció que en los primeros momentos desde que asumió su responsabilidad tardaba en firmar las facturas que no habían sido abonadas porque no se fiaba, si bien ahora “las cosas van en marcha y como tienen que ir”, dijo.
Al final, este asunto fue aprobado con los únicos votos a favor del PP y la abstención de CPM, PSOE y Vox, partido que justificó su postura al criticar que la documentación le fuera entregada solo 20 minutos antes de la sesión plenaria, lo que le había imposibilitado analizarla para votar con criterio.
Marín destaca que el “sentido de Ciudad” del PP ha salvado los muebles
El portavoz del PP, Miguel Marín, destacó ayer que, “si el PP no hubiese tenido la responsabilidad que siempre tiene y el sentido de Ciudad y Estado de votar a favor” tanto de la declaración de urgencia de la sesión como de las Cuentas Generales de 2018, la Ciudad “habría incurrido en grandes defectos administrativos en la tramitación de este expediente”. A su juicio, que el Gobierno se haya abstenido es “una cosa inédita y para enmarcar en los anales de la historia política”.
