Si cerrar el aeropuerto a las ocho y media era sorprendente para muchos, hacerlo a las seis y media, cuando queda tanto día por delante, es incomprensible, especialmente en una ciudad que es prácticamente una isla y que depende tanto del avión y el barco para poder comunicarse con el resto del país. El PSOE, que se arrogó los méritos del anterior Gobierno en el aumento de la bonificación y las nuevas rutas OSP a Sevilla, Granada y Almería, no ha movido un dedo para ayudar a que nuestro aeropuerto siga progresando ampliando su horario de funcionamiento CCOO ha puesto sobre la mesa una realidad de la que nadie, aparentemente, se ha percatado, y es que, dentro de apenas diez días, con el cambio al horario de invierno, Melilla va a ver recortada de manera significativa la operatividad del aeropuerto, que cerrará dos horas antes de lo habitual. Esto ha sucedido todos los años, no es ninguna novedad, pero seguro que en este 2019 lo vamos a notar de manera más palpable, como consecuencia del salto cuantitativo que el aeropuerto ha dado este año en cuanto al tráfico de pasajeros y el número de rutas que conectan Melilla con el resto de España.
Y es que el aumento de la bonificación del 50% al 75% y la apertura de las rutas declaradas como Obligación de Servicio Público (OSP) han dado lugar a que el aeropuerto de Melilla sea uno de los que más han crecido en toda España. Ayer mismo se daban a conocer las estadísticas oficiales de AENA, según las cuales nuestro aeropuerto acumula un crecimiento del 26% en 2019. Desde enero han sido 325.952 las personas que han utilizado el avión para viajar con origen o destino Melilla. Muchas, cada día más, lo que es una gran noticia que debe animar a seguir en esa senda de aumento.
Lejos de ello, aquí el Gobierno central, que es del que depende el aeropuerto, va a tomar el camino contrario, porque en cuanto entre en vigor el horario de invierno, esta infraestructura cerrará dos horas antes, coincidiendo con el ocaso, por lo que habrá menos vuelos operativos y, en consecuencia, menos posibilidades para nuestra movilidad por la geografía española. Eso también provocará que sea más difícil coger un avión, porque habrá menos plazas ofertadas. Con tanta demanda como hay ahora, no es difícil pronosticar que eso va a suponer un auténtico problema. Muy mala noticia en unos tiempos en los que la tendencia debería ser apostar por ampliar el horario de funcionamiento de una infraestructura que está en pleno auge, y que es de las pocas que en Melilla están obteniendo buenos resultados.
Si cerrar el aeropuerto a las ocho y media era sorprendente para muchos, hacerlo a las seis y media, cuando queda tanto día por delante, es incomprensible, especialmente en una ciudad que es prácticamente una isla y que depende tanto del avión y el barco para poder comunicarse con el resto del país. El PSOE, que se arrogó los méritos del anterior Gobierno en el aumento de la bonificación y las nuevas rutas OSP a Sevilla, Granada y Almería, no ha movido un dedo para ayudar a que nuestro aeropuerto siga progresando ampliando su horario de funcionamiento. Una muestra más de su incapacidad y falta de altura de miras a la hora de buscar el progreso de Melilla en materia de transportes.
