El consejero de Infraestructuras y Urbanismo, Rachid Bussian, firmó ayer el acta de inicio de unas obras que deberían haber empezado hace cuatro meses, según la planificación que había realizado el anterior Gobierno, que elaboró el proyecto y lo presentó en marzo de este año. Según esa previsión, los cuatro meses de ejecución de las obras irían desde la finalización de la temporada de fútbol hasta septiembre, cuando comenzaría la siguiente.
Por lo tanto, las obras que se van a acometer en el interior del estadio afectarán de lleno a la temporada actual, que se encuentra en pleno desarrollo.
Las obras van a consistir en eliminar las barreras arquitectónicas del estadio Álvarez Claro con un proyecto que contempla varias actuaciones y que supondrá una inversión de 294.948,51 euros.
Este proyecto contempla la instalación de un ascensor adaptado en la tribuna, que salvará las barreras entre la planta baja y la superior, y también se rebajarán los bordillos y se construirán rampas en el acceso al estadio Álvarez Claro.
Además, también se acometerá una remodelación completa de la zona de acceso al público, aseos y otras dependencias, y se habilitarán tres localidades para personas con movilidad reducida y acompañantes en la zona alta de las gradas.
Con estas obras, la Ciudad Autónoma pretende garantizar y facilitar el acceso al estadio de todas las personas, y en especial para aquellas con movilidad reducida, conforme a lo establecido en la normativa de accesibilidad vigente.
El estadio Álvarez Claro es un inmueble titularidad de la Ciudad Autónoma de Melilla, que fue inaugurado el 29 de septiembre de 1945 y tiene una capacidad aproximada de unos 8.000 espectadores.
